“Sin ayudas no haríamos el trabajo social que hacemos”
Jordi Mayals y Albert Capella son los fundadores de L’estoc, una cooperativa de iniciativa social creada en 2011 y con impacto social –sus trabajadores son personas con discapacidad intelectual– y medioambiental –los materiales que utilizan para la creación de muebles proceden de maderas reutilizadas y recicladas–. “Soy ingeniero agrónomo –explica Mayals–- y siempre me he dedicado al medio ambiente, la gestión de residuos, y al plantear la empresa uno de los objetivos era dar una segunda oportunidad o vida a la madera”.
L’estoc transforma espacios (tiendas, oficinas, hoteles, restaurantes...), materiales (palets en estanterías y bobinas en mesas, por ejemplo) y vidas, “las de las personas que trabajan con nosotros, y que tienen capacidades diferentes“, apunta Mayals, quien tiene previsto presentar un par de proyectos vinculados a la economía social y solidaria y lograr alguna de las nuevas subvenciones. “No podemos depender de las ayudas, ya que el negocio debe ser económicamente viable, pero las tareas paralelas que hacemos de formación y adquisición de hábitos de trabajo de las personas que tenemos contratadas requieren un apoyo, por lo que las ayudas son muy importantes. Sin ellas no podríamos hacer toda la tarea social que hacemos“, remarca el impulsor de la cooperativa, situada en la calle Almogàvers, en el Poblenou.