La Vanguardia

Emocionar a través del arte

Bienal de Venecia LA INSTALACIÓ­N ARTÍSTICA 'MURMURI', DE EVE ARIZA, PROTAGONIZ­A EL PABELLÓN ANDORRANO DE LA 57ª BIENAL DE VENECIA, UBICADO EN EL PALAZZO CA’ CAPELLO MEMMO

- ■ REDACCIÓN Barcelona

Después de medio año intenso de trabajo, el 13 de mayo se inauguraba el espacio expositivo de Andorra en la nueva edición de una de las muestras internacio­nales de arte contemporá­neo más antiguas y prestigios­as de ámbito mundial. La Bienal de Venecia acoge este año la representa­ción de 87 países a través de 120 artistas. La presencia del Principado en un evento de esas dimensione­s implica una nueva oportunida­d para dar a conocer el potencial artístico y cultural del país. En esta ocasión, Andorra escucha al mundo a través de un muro emisor y receptor que busca alejarse conceptual­mente de las barreras físicas que separan a los pueblos. Lo hace con el objetivo de murmurar un mensaje de unión y esperanza a todos aquellos que estén dispuestos a pararse para escucharlo.

La instalació­n es obra de la artista andorrana Eve Ariza, quien invita a aislarse del ruido para poner atención a los murmullos que nos rodean. Nacida en Francia en 1973, Ariza estudió bellas artes y se especializ­ó en cerámica en la École Supérieure d’Art de la localidad francesa de Limoges. Durante los meses previos a la inauguraci­ón, ha trabajado entre Andorra y Francia para elaborar artesanalm­ente las piezas de su obra. Son más de 9.500 boles de barro, realizados en torno tradiciona­l, que tienen un ligero aspecto a boca, por donde se escapa el murmullo que quiere contagiar la autora. El impacto visual de la obra que ha concebido para la Bienal pretende ser una reflexión sobre la evolución que han sufrido las relaciones humanas a lo largo de todos los tiempos. Por eso opta por un objeto milenario como el bol, posiblemen­te, una de las primeras creaciones humanas pensadas para tener una utilidad concreta. La multiplica­ción de todas las piezas que ha producido dibuja un recorrido circular que emite murmullos naturales a partir de cada bol. El hecho de que estén colocados sobre un soporte vertical provoca esos sonidos y convierte la instalació­n en una auténtica experienci­a sensorial.

INTERACCIO­NES HUMANAS

En la inauguraci­ón del pabellón, Míriam Ambatlle, comisaria de la exposición junto con Javier Balmaseda, subrayaba la fuerza comunicati­va de la obra de Ariza y el mensaje humanista que desea transmitir. Por su parte, la ministra de Cultura, Juventud y Deportes, Olga Gelabert, destacaba las dimensione­s y la carga emocional del proyecto, elaborado a partir de materiales orgánicos. De hecho, los boles que acoge el espacio ubicado en las dependenci­as del instituto de Santa Maria Della Pietà han sido elaborados a partir de varias pastas cerámicas teñidas con óxidos colorantes naturales. Ariza explicaba que jugó con ellas, mezclándol­as, para obtener diferentes tonos cromáticos, que correspond­en a los tonos de las pieles de los humanos desde el origen de la especie hasta la actualidad. Por eso el inicio de la instalació­n es más oscuro. La artista andorrana ha querido plasmar las interaccio­nes humanas del pasado, pero también las del presente y del futuro, mediante una reflexión sobre el lenguaje universal. La forma del bol y la colocación de todas las piezas invitan a reflexiona­r desde la serenidad y la tranquilid­ad. Precisamen­te, lo que busca Ariza es que el espectador se concentre en la vibración natural de los boles y, de esta manera, se aísle de su entorno para adentrarse en un universo paralelo.

No es la primera vez que la artista andorrana pone de relieve las problemáti­cas actuales con el objetivo de abrir conciencia­s y elevar espíritus. A través de otras obras, también ha querido hacer reflexiona­r sobre la comunicaci­ón humana y las trampas de una sociedad posconsumi­sta como la actual. Lo hace con la cerámica desde 1996, pero también siendo parte de happenings activistas. En su trayectori­a,

Murmuri conceptual­iza una vez más su lucha contra el llamado

bla, denominaci­ón que otorga al consumo excesivo de la sociedad actual, tanto de imágenes como de sonidos.

El pabellón de Andorra en la Bienal de Venecia puede visitarse hasta el 26 de noviembre del presente año.

La Bienal de Venecia es una de las muestras internacio­nales de arte contemporá­neo más antiguas y prestigios­as de ámbito mundial

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De izquierda a derecha, Eve Ariza, artista; Míriam Ambatlle, comisaria, y Olga Gelabert, ministra de Cultura, Juventud y Deportes.

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