Djokovic se regenera
El serbio, bajo el paraguas de Agassi, se deshace de Sousa y avanza a la tercera ronda, donde le espera Schwartzman
Carole Bouchard, periodista, buceó en Novak Djokovic (30).
Lo hizo el año pasado, después de que el serbio se impusiera en Roland Garros. Bouchard entrevistó a Djokovic, y de aquellas charlas salió un libro de 318 páginas: The Quest. Ayer, Bouchard escribía: “Este es el momento ideal para que llegue Agassi y le recuerde a Djokovic todo lo bueno que tiene. Que vuelva a ser el ganador que siempre ha sido; que sea despiadado; que busque sus golpes y afiance sus posibilidades; que confíe en su instinto; que mantenga al guerrero en pie y con la cabeza centrada. Y también, que disfrute del tenis y se sacuda la presión”.
Ayer, Agassi se asomó a la grada de la pista Suzanne Lenglen. Y desde allí, pudo observar cómo Djokovic, su pupilo por estos días (ya veremos si la relación se prolonga más allá de Roland Garros), tumbaba a Joao Sousa en tres mangas: 6-1, 6-4 y 6-3.
Después, Djokovic dijo: “He estado muy bien en los dos primeros sets. En el tercero, no lo he estado tanto”.
Y tras esa interpretación, algo quedó muy claro: Djokovic ha recuperado el instinto.
Hace algunos días que Rafael Nadal avisa de eso. Lo hizo, por ejemplo, hace un par de semanas, en el torneo de Roma. Nadal dijo que Djokovic ya iba de nuevo por el buen camino. Y que en París aparecería como uno de los candidatos al título.
“Me he sentido mejor que en la primera ronda. Al fin y al cabo, de eso se trata”, dijo ayer Djokovic, cuya relación profesional con Agassi es trending topic. Hay cientos de aficionados asomándose a las pistas de entrenamiento en las que ambos trabajan. Dicen que la semana pasada los dos ofrecieron un buen peloteo a la feligresía. La mayoría está convencida de que Djokovic superará el próximo obstáculo, Diego Schwartzman. Empezando por él mismo. “Djokovic es un animal –dijo Schwarztman–. Pero no puedo respetarle. Si no, no vengo a jugar el viernes”.
Mientras la silueta de Djokovic se va agigantando, Nadal sigue su camino. No tuvo problemas ante Haase (6-1, 6-4 y 6-3), como tampoco los había tenido el lunes, ante Paire. Tampoco se le presumen contratiempos en su próxima cita, el georgiano Basilashvili, 63.º de la ATP.
Otra cosa es Garbiñe Muguruza. Un saco de nervios. La campeona del 2016 se hizo un lío ante la estonia Kontaveit. Cedió el primer set y se vio obligada a crecerse: 6-7 (4), 6-4 y 6-2.
“Ella estaba jugando muy agresiva y eficaz en sus golpes, pero no me quise venir abajo. Sabía que si seguía jugando podía ganar. Tengo en la espalda las remontadas que he hecho y eso me ayuda”, dijo Muguruza, que se mantiene escéptica acerca de sus posibilidades. “Pensar en renovar el título es una locura”, dijo. El siguiente escollo ya es de peso. Yulia Putintseva es la 29.ª raqueta del circuito.
LOS ESPAÑOLES, ADELANTE Nadal barrió a Haase en tres mangas; Muguruza tuvo que espabilar ante Kontaveit