Arte y carácter
Ni mucho menos juegan solos. Stephen Curry, el artista, tiene a su alrededor a Kevin Durant y a Klay Thompson. LeBron James, el carácter en estado puro, cuenta con Kyrie Irving como escudero de lujo. Ni siquiera se van a marcar entre ellos. Pero en la final de la NBA que arranca hoy en Oakland (3.00 de la madrugada en España) son los buques insignia. Por primera vez en la historia de la liga dos equipos, los Cleveland Cavaliers, defensores del anillo, y los Golden State Warriors disputan el playoff por el título por tercera ocasión consecutiva.
TEMPORADA IN CRESCENDO. Las dos estrellas se han crecido en los playoffs. Esta mejoría exponencial la ilustra mejor que nadie LeBron James. De 26,4 puntos en la temporada regular ha pasado a 32,5. El alero se ha convertido en el máximo anotador de la historia de las eliminatorias superando a Michael Jordan y está exprimiéndose al máximo (también promedia 8 rebotes y 7 asistencias). “James es la mezcla perfecta entre Jordan, Magic Johnson y yo”, le ensalza Shaquille O’Neal. Mientras, Curry ha aprendido a dosificarse. Antes de los playoffs no mostró la exuberancia de la pasada campaña (de 30,1 puntos bajó a 25,3), pero cuando ha llegado la fase clave ha crecido hasta los 28,6.
LA HISTORIA ES DE JAMES. Para LeBron es la séptima final consecutiva, la octava en su carrera, y busca su cuarto anillo tras los dos que logró con Miami y el de la pasada campaña con Cleveland. Su regularidad apabulla. Ha pasado por una gama de emociones. En cambio, para Curry era un cuento de hadas hasta que llegó el séptimo partido de las finales del 2016 y tanto él como los Warriors se desinflaron. Stephen puede presumir de un anillo. Para él es su tercera final.
RELACIÓN TIRANTE. Ambos nacieron en la misma ciudad, Akron (Ohio), una urbe de 200.000 habitantes, con tres años de diferencia porque LeBron tiene 32 y Curry 29. Ese paisanaje derivó en una suerte de amistad en los primeros tiempos del base de Golden State en la NBA, según se recoge en el libro Golden: The miraculous rise of Steph Curry, del periodista Marcus Thompson, que ha seguido a los Warriors desde hace más de una década. James ejercía de mentor de Curry y sentía curiosidad por su estilo. Pero la irrupción entre las estrellas y la creciente popularidad de Stephen, que por segunda temporada consecutiva ha sido el jugador que ha vendido más camisetas, y la rivalidad entre Cleveland y Golden State ha enturbiado el ambiente entre ambos. De hecho, en las finales del 2016 James taponó un lanzamiento de Curry y a continuación le dijo cuatro cosas a la cara, con una ferocidad que no se le había visto antes frente a ningún adversario.
REYES MIDAS. Por primera vez en sus 14 temporadas LeBron es el jugador mejor pagado en cuanto a salario (28 millones de euros). Según
Forbes, en el cómputo de ingresos globales, James también ocupa el primer lugar, con 77 millones. A su contrato vitalicio con Nike añade acuerdos con Intel, Verizon, Coca-Cola, Beats y Kia. El alero, que en su carrera ha ganado unos 540 millones, tiene una productora audiovisual, SpringHill Entertainment, con programas que se emiten en la NBC, la CNBC o los canales de Disney. El jugador también participa en una cadena de pizzerías de Chicago y Florida. Por su parte, Curry es sólo el jugador número 83 en cuanto a salario en la NBA (10,8 millones). Pero en verano se prevé que firme el mayor contrato de la historia y pase a ganar 32 millones por curso. Actualmente, si se cuentan las ganancias por patrocinadores, está en la tercera posición de la liga (42,2 millones). La marca deportiva Under Armour ha construido un imperio al asociarse con Curry, que también tiene acuerdos, por ejemplo, con la empresa financiera JP Morgan Chase.
DESAFÍO Y REVANCHA. “Me he enfrentado a grandes equipos como a los Spurs de Ginóbili, Parker y Duncan, pero los Warriors suponen para mí uno de los mayores retos. Son un rival bárbaro. Nos espera un trabajo arduo y muy exigente”, explica LeBron James. Para Curry el concepto es venganza deportiva tras ver como los Cavaliers le daban la vuelta a un 3-1 en los últimos playoffs y se llevaban el anillo en la pista de Golden State: “Aquel día estuvimos muy mal en el último cuarto. Me acuerdo de ello y de una pérdida clave de balón por mi culpa. No me interesa otra cosa que el anillo. No necesito premios individuales”. La tercera batalla está servida.
SALTAN CHISPAS Nacidos en la misma ciudad, James ejerció de mentor de Curry hasta que la rivalidad los distanció
EL IMPERIO DEL DINERO
La estrella de Cleveland gana 77 millones; la de Golden State puede firmar el contrato de la historia