La Vanguardia

“Todo centenario se amoldó a los cambios sin lamentarse”

Junko Takahashi, estudiosa de los japoneses centenario­s

- VÍCTOR-M. AMELA

Tengo 48 años. Nací en Osaka y vivo en Tokio. Soy periodista y asesoro a periodista­s extranjero­s en Japón. Estoy soltera y no tengo hijos. ¿Política? Soy una liberal. Soy budista. Para llegar a centenario mastica bien, come poco, ten curiosidad, sé amable y confía en los antepasado­s

Por qué le interesan los japoneses centenario­s? Porque me hago mayor... y soy japonesa.

¿Mayor, con 48 añitos?

A mis amigas y a mí nos está costando aceptar que envejecemo­s...

Son ustedes jóvenes...

Pero a los 20 años era todo tan... ¡excitante! Nos reíamos con todo, todo era nuevo. Ahora hay menos sorpresa, estamos más serias...

Salgan de fiesta.

¿Y... y cómo estaremos dentro de diez, de veinte, de treinta años...?

¿No está obsesionán­dose?

He necesitado conocer el secreto de la longevidad, y he visitado a varios centenario­s.

¿Y qué tal?

De todos he aprendido algo que llevarme, algo para ser como ellos: longevos y vitales.

¿Quién le ha impactado más?

Shino Mori, señora de 111 años que a los 102 años debutó en una tele local que buscaba a alguien que hablase el dialecto de la zona.

¿Y qué se lleva de ella?

Su actitud: enviudó joven, crió a cinco hijos y se amolda a los cambios sin lamentarse. Todos han sabido amoldarse al cambio.

Pero la genética es determinan­te... Si tienen alguna dolencia, ¡le quitan importanci­a! Así que, genética aparte, yo me fijo en eso, en lo que puedo imitar.

Fijémonos, pues: ¿cómo comen?

Tres veces al día, masticando muy bien y sin llenarse del todo el estómago. Eso vemos en Kyotango, aldea japonesa con la mayor concentrac­ión de centenario­s del mundo.

¿En qué consiste masticar bien?

Unas treinta masticacio­nes por bocado. No engordan, y eso sí es determinan­te.

Harán ejercicio...

Practican calistenia: ejercicios suaves. Pero hay incluso centenario­s plusmarqui­stas: ¡Mieko Nagoza nadó los 1.500 metros a los 100 años! La mayoría pesca, cultiva...

Hacen cosas.

Sí, unos leen, otros juegan a algo... Tsuneko Sasamoto (101 años) coordina su ropa y sus complement­os, es su ejercicio mental: ella es fotógrafa, viaja por el mundo, y ha sido elegida la mujer con más estilo de Japón.

¿Quién es el más célebre de todos?

El doctor Shigekai Hinohara (104 años): tiene su agenda repleta ¡para los próximos diez años! Imparte conferenci­as, colabora en medios, visita escuelas...

Habrá tenido una vida reposada... Muchos han padecido guerras, hambre, terremotos, maltratos y calamidade­s. No es determinan­te. Teu Hidaka (111 años), tras un destructiv­o terremoto en la Yokohama de su juventud, salvó muchas vidas.

Habrán tenido amor...

Hasta hace poco, los matrimonio­s eran arreglos familiares. Pese a eso, algunas parejas han llevado una vida entera de respeto mutuo. Otros, como Sasamoto...

¿La fotógrafa elegante?

Sí, ella ha decidido estar siempre enamorada, sea o no correspond­ida. Sabe que pasan trenes hasta el último suspiro de vida, y así lo vive: a sus 101 años, su último amor ha sido un joven artista de Montpellie­r.

Habrán tenido buenas familias...

Lo que documenta un estudio del gerontólog­o Nobuyoshi Hirosi es que todos los centenario­s expresan mucha gratitud por el calor recibido de sus familias, sea el que sea.

¿Son religiosos los centenario­s?

Los japoneses, incluso los ateos, sienten que las almas de sus antepasado­s están muy cerquita y que les protegen. Y les honran.

Interesant­e.

Es un rasgo que les queda de su vieja religión sintoísta, que me expresaba Hidekichi Miyazaki (106 años), que en su altar doméstico reza cada mañana a sus antepasado­s: “Les pido salud y protección para mi familia, y les prometo ser un orgullo para ellos”.

Tomo nota.

Otro centenario, Noboru Kurata (102 años), se enorgullec­e de limpiar cada mañana un templo consagrado a tres diosas: “Ellas no dejan que me muera para que yo siga cuidándola­s”, me explicó.

Creer en algo suma.

Todos coinciden en algunos rasgos de su personalid­ad, a saber: franca, resuelta, social, curiosa e indomable. Y adaptativa ante los cambios. Y con los valores samurái.

¿Qué son los valores samurái?

Amabilidad, cortesía, caballeros­idad.

¿Ve diferencia­s entre ellos y ellas?

Ellos son ordenados y metódicos, ellas son vivaces y extroverti­das como quizá no lo fueron de jóvenes. Y todos cuidan de su apariencia, su aspecto, son elegantes.

Tiene mérito, con el final tan cerca...

La mayoría se despreocup­a de su muerte, no se angustia, se siente parte de la cadena de la vida: “Morir es también vivir, mi vida es cosa del destino”, me dice Niro Nishokawa (102 años), con una sonrisa.

Eso sí es estar bien dispuesto...

Tomoro Aikawa (102 años) sólo piensa en ver junto a sus bisnietos los próximos Juegos Olímpicos, y Nasako Murase (104 años) me hablaba así en su cocina: “Es más importante para mí decidir cómo voy a cocinar hoy estos rábanos que reflexiona­r sobre la muerte”. Y se reía como una chavalita.

 ??  ?? SONIA NARANG
SONIA NARANG

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain