Pionera del periodismo
HAY libros que ayudan a recoser la historia, lo que es absolutamente necesario cuando existe algún roto en sus páginas. Ayer fue presentada la obra María Luz Morales. Pionera del periodismo (Libros de Vanguardia), que recupera la vida de la que fue la primera periodista cultural de España, que dirigió La Vanguardia durante poco más de seis meses, los primeros de la Guerra Civil, tras marcharse al exilio el propietario Carlos Godó y el director Agustí Calvet, Gaziel. María Luz Morales era coruñesa, pero llegó a Barcelona por el traslado de su padre, que era funcionario de Hacienda. Estudió Filosofía y Letras y de muy joven encarriló sus pasos hacia el periodismo, en una época en que las mujeres debían escoger entre trabajo o marido. Fue directora de El Hogar y la Moda y publicaba en El Sol antes de entrar en La Vanguardia en 1923.
A lo largo de su carrera tradujo a André Maurois y a Henry James, adaptó para lectores infantiles a Shakespeare y Goethe, publicó historias de cine y moda y escribió biografías y memorias. Sus días como directora del diario, una vez fue intervenido por un comité de trabajadores, la marcaron. Elegida por sus compañeros, dejó clara su posición: “Si acepto, es sólo con carácter provisional. La parte política tiene que llevarla otro. Yo sólo haré periodismo”. Buenas intenciones que pronto toparon con la realidad. A los cinco días se enfrentó con el comité al negarse a publicar un editorial ofensivo contra los generales Goded y Fernández Burriel como participantes del golpe. Argumentó que no insultaba a los muertos, que las familias ya habían sufrido bastante y lo tiró a la papelera. Estuvo medio año en el cargo, sugirió el nombre de su sustituto y siguió colaborando. Al terminar la guerra, le retiraron el carnet de prensa y fue condenada a 40 días de prisión. Pero nada pudo con ella: continuó escribiendo hasta convertirse en la gran dama del periodismo barcelonés, elegante, respetada y premiada.