La Vanguardia

Nadal, a paso de gigante

El balear ya está en octavos, como Djokovic, que se fue a los cinco sets

- JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ Barcelona

El manacorí ya está en octavos de final del que podría ser su décimo Roland Garros, una cifra que bien merece la estatua que el torneo planea erigirle en reconocimi­ento a Rafa, que con el de ayer suma 100 partidos a cinco sets en tierra batida, con un balance de 98 victorias y dos derrotas.

Rafa Nadal cumple hoy 31 años. Ayer lo celebró de manera anticipada regalándos­e, casi sin esfuerzo, la mayor paliza de su carrera y por lo tanto el paseo más sencillo de sus 13 participac­iones en Roland Garros. El mallorquín barrió al georgiano Nikoloz Basilashvi­li (número 63 del ranking) ante el que sólo cedió un juego y al que batió en una hora y media. En el Bois de Boulogne ha dominado como nadie y el presidente de la Federación Francesa, Bernard Giudicelli, ha comentado que erigirán una estatua en homenaje al balear, que busca su décimo título en la tierra de París. Lo cierto es que Nadal disputaba su partido 100 sobre arcilla al mejor de cinco sets e hizo coincidir la efeméride con una victoria apabullant­e para poder presumir de un balance de 98 triunfos y 2 derrotas. Al georgiano le pesó el rival, ante el que nunca se había enfrentado, y el hecho de verse tan pequeño en la central mientras el manacorens­e iba repartiend­o derechas a un lado y al otro como si nada.

Nunca ha sido Nadal un tenista de los que ventilan los partidos con rapidez. Sólo el ceremonial con el que prepara cada punto ya hace que los encuentros se alarguen. Pero ayer no. El primer set cayó a los 26 minutos y enlazó once juegos seguidos hasta que Basilashvi­li logró el único en su casillero de todo el encuentro. No hubo ni un amago de igualdad. Ahora Nadal se enfrentará en octavos de final al castellone­nse Roberto Bautista Agut, en la que será una piedra de toque mucho más seria. Tras alcanzar la cuarta ronda sin ceder ni una manga se presume que en su próximo partido tendrá que esforzarse más. Por su parte del cuadro también siguieron avanzando Dominic Thiem y Novak Djokovic. El serbio sudó tinta para deshacerse en cinco sets del argentino Diego Schwartzma­n, que llegó a dominar por dos mangas a una. Nole tiró de experienci­a y físico para sobrevivir en el torneo. Su próximo envite le enfrentará a Albert Ramos, que doblegó en una larga batalla a Pouille.

Las de Nadal y Albert Ramos no fueron las únicas victorias españolas de la

jornada ni mucho menos. La de más mérito se la apuntó Pablo Carreño, que se plantó en sus primeros octavos de final de un Grand Slam tras doblegar al búlgaro Grigor Dimitrov. El asturiano se recuperó de un mal inicio (arrancó con un 4-0 en la manga inicial) e impuso su capacidad de resistenci­a y de sufrimient­o ante el número 12 del mundo. El próximo contrincan­te de Carreño será Milos Raonic, que se vio favorecido por la retirada en el segundo set de Guillermo García López.

En la competició­n femenina Garbiñe Muguruza se ganó también su presencia en los octavos de final. La vigente campeona trabajó de lo lindo para levantar un 1-3 en el primer set y ya fue mucho más sólida en el segundo, en el que no dio mucha opción a la kazaja Yulia Putintseva. Su siguiente compromiso medirá a Muguruza con la francesa Kristina Mladenovic, número 14 del ranking mundial.

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CLIVE BRUNSKILL / GETTY Nadal sólo perdió un juego y ahora se medirá en cuarta ronda con Roberto Bautista

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