El PDECat retira el apoyo al diputado y le reclama que deje el Parlament
El exconseller planta cara y sopesa abandonar el partido y pasar al grupo mixto
El PDECat retira el apoyo a Germà Gordó. “El president Mas dio un paso al lado pensando en el proyecto común. A veces dar pasos al lado sirve para avanzar y demuestra generosidad”, tuiteó a media tarde la coordinadora general del partido, Marta Pascal, después de una conversación telefónica con el exconseller de Justícia en la que le pidió directamente que, en beneficio del “proyecto colectivo”, dejara su escaño en el Parlament. La respuesta del ahora diputado de Junts pel Sí fue plantearse abandonar el partido y pasar al grupo mixto.
La decisión de la dirección del PDECat llegó después de una jornada de intenso debate interno una vez conocida la imputación de Germà Gordó por el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) en la trama del 3% y la presunta financiación irregular de CDC. Nada más conocerse la noticia, los partidos de la oposición salieron en tromba a reclamar la dimisión del actual diputado de Junts pel Sí, mientras desde el PDECat se guardaba silencio y ERC circunscribía su reacción a dos tuits de los diputados en el Congreso Joan Tardà y Gabriel Rufián, que, en todo caso, también exigían la salida de Germà Gordó. No fue hasta primera hora de la tarde que el PDECat emitió un comunicado conjunto con el exconseller de Justícia en el que se constataba que el partido confiaba en la palabra de su militante y se pedía respeto para la presunción de inocencia y en el que se anunciaba que las dos partes habían acordado que Gordó dejaría la presidencia de la comisión de Justícia de Parlament y de pertenecer a ella.
Pero, lejos de satisfacer a nadie, lo único que provocó el comunicado fue enervar más a la oposición y conseguir que dirigiera las críticas no sólo al diputado de Junts pel Sí, sino que empezara a exigir responsabilidades al propio PDECat. ERC había dado margen a su socio para que reaccionara, pero a la vista de que la nota emitida no cumplía ni de lejos las expectativas decidió hacer público un comunicado propio en el que, de forma contundente, pedía al exconseller de Justícia que “renuncie al escaño en el Parlament”, a riesgo de “poder ser injustos y no suficientemente escrupulosos con la presunción de inocencia”, porque “creemos que el nivel de exigencia con la corrupción ha de ser claro y contundente”. “Queremos una república limpia, justa y transparente y ahora mismo no nos podemos permitir ni una sombra de sospecha”, concluía ERC, consciente de que la diferencia de criterio con el PDECat podía abrir una crisis en el seno del Govern.
Era media tarde, y pocos minutos después de que la formación de Oriol Junqueras emitiera el comunicado Marta Pascal publicaba el tuit en el que también pedía, en la práctica, la dimisión de Germà Gordó. La coordinadora general del PDECat recogía, con ello, el sentimiento de buena parte del partido con relación a la necesidad de romper amarras con la herencia de CDC relacionada con la corrupción y que a lo largo del día, aunque fuera sólo a título personal, expresaron diversos miembros de la formación. Entre los que consideraron que el exconseller de Justícia debería dar, efectivamente, un “paso al lado” para “no perjudicar” el proceso soberanista ni a Junts pel Sí se encontraron, por ejemplo, el alcalde de Molins de Rei y también diputado en el Parlament, Joan Ramon Casals, el portavoz en el Congreso, Carles Campuzano, el jefe de la oficina de Relacions Institucionals de la Generalitat, Jordi Cabré, o una de las concejales en el Ayuntamiento de El Vendrell, Eva Serramià.
El caso es que el golpe de autoridad de la coordinadora general del PDECat no gustó en absoluto a Gordó. Nova Convergència, la plataforma que impulsó con motivo de la refundación de CDC, le expresó su pleno respaldo a través de un tuit harto elocuente: “Confiando en la honestidad de Germà Gordó y constatada la actitud de Marta Pascal, pedimos que deje el Partit Demòcrata y el grupo parlamentario y pase al grupo mixto”. La plataforma se reunió a última hora del día para estudiar la situación creada y adoptó esta resolución, sobre la que el diputado de Junts pel Sí se toma ahora un tiempo prudencial antes de adoptar una decisión definitiva. Visto el duro enfrentamiento con Pascal, a la que desde Nova Convergència se dirigen todas las críticas, la salida del partido parece más que plausible y, en consonancia con ella, también la marcha del grupo parlamentario y el pase al grupo mixto. Unos movimientos que si se acaban produciendo cumplirían la demanda de la dirección del PDECat.
Sea cual sea la decisión final, que en principio no se conocerá hasta la próxima semana, lo que sí tienen claro tanto el exconseller de Justícia como los miembros de su plataforma es que en ningún caso dejará el escaño en el Parlament y se mantendrá como diputado hasta que se dé por finalizada la actual legislatura. El carácter personal del escaño es el argumento que esgrimen para justificar esta continuidad.