Un catálogo sin escrúpulos
Cáncer, dolor, ojeras, energía, alzheimer, peso..., todo vale para engañar y ganar dinero
Crecepelo, colchones que curan el dolor de espalda, pastillas que garantizan el éxito en las relaciones sexuales, gotas que eliminan las ojeras, dietas que aseguran una rápida pérdida de peso, pastillas que ayudan a concentrarse en época de exámenes, pociones que curan cualquier cáncer, comprimidos que mantienen a raya el colesterol, cremas protectoras para lucir una piel sana, pulseras que irradian energía... El catálogo de productos milagro no tiene fin. Como tampoco hay fronteras para las empresas que obtienen millonarios beneficios con el engaño. Firmas y marcas que aparecen y desaparecen de un día para otro. Sin escrúpulos a la hora de cambiar de nombre de empresa y producto cuando se descubre el fraude, tal y como afirma un portavoz de Facua, organización sin ánimo de lucro nacida para defender el derecho de los consumidores.
Peso. Los anuncios de dietas milagrosas para adelgazar son las estrellas en este fraude camuflado con envoltorio científico. Las ofertas y anuncios aparecen antes de las vacaciones de verano o después de las fiestas de Navidad. Con propuestas y menús que pueden acarrear serios problemas en la salud si se siguen al pie de la letra, prescindiendo de los consejos de nutricionistas profesionales o médicos. La alcachofa
de Laón se cuenta entre esos productos milagrosos para perder peso. Producto sin ninguna propiedad y que se retiró del mercado al destaparse el engaño.
Dolor. Es un mal, en su grado extremo, que hace muy vulnerable a la persona que lo sufre. Ese paciente busca remedios donde no los hay. Y la industria del producto milagro que promete curar el dolor lo sabe. Reladol es uno de esos productos, denunciados por fraude en Andalucía, que se anunciaba como el único capaz de “eliminar cualquier dolor”. Tanto daba si el consumidor padecía un esguince, osteoporosis, ciáticas o fibromialgia.
Descanso. Prometer un sueño reparador en la cama es siempre muy efectivo a la hora de vender uno de estos productos milagro. Y ahí tienen un papel destacado los colchones. La organización Facua enunció a la empresa Hispakom, que puso a la venta un colchón terapéutico capaz de curar, mientras uno dormía, enfermedades como el alzheimer, el dolor de tratamientos de metástasis, las migrañas o diferentes tipos de úlceras. Y el producto no salía nada barato. Costaba casi cuatro mil euros.
Energía. Para conseguirla, rezaban algunos anuncios, bastaba con llevar una pulsera. Mojo Future era la solución para todo. Ese brazalete era la medicina milagro que transmitía a sus portadores la energía necesaria para superar la jornada, mejorar la flexibilidad y recuperarse de cualquier lesión muscular. Facua destapó también el fraude.
Vigor sexual. Es otra de las áreas explotadas por las empresas de los productos milagro. Pastillas y pócimas que prometen efectividad en las relaciones íntimas. La mayoría de esas sustancias se tornan en inocuas cuando son analizadas. Pero cuando se hacen esos análisis y se denuncia el engaño las firmas que las han ofertado en el mercado ya han hecho su particular agosto.
Radiaciones. La imaginación de esta industria no tiene límites. Uno de los últimos productos ofertados en anuncios televisivos y de prensa es el de unos calzoncillos que actúan como escudo antes las radiaciones del wifi, los teléfonos de última generación o los portátiles. Y prometen ser muy efectivos para mantener intacta la fertilidad de los hombres.
Calvicie. Es otra de las áreas que generan muchos beneficios a la industria del engaño. Prácticamente todos los productos anunciados, aseguran los expertos, son ineficaces. Pero se siguen vendiendo en ese mercado del milagro como efectivos.
Cáncer. Es el campo en el que la falta de escrúpulos de estas empresas queda más al descubierto. Se cuentan por decenas los anuncios de productos que aseguran curar esta enfermedad. Y en los mensajes lanzados se asegura que una misma pastilla vale para varios tipos de cáncer. Algo que según los oncólogos “clama al cielo”.