Los Obama compran su casa de alquiler en Washington Han pagado 7,2 millones por la mansión del barrio de Kalorama
El expresidente Barack Obama y su esposa, Michelle, acaban de pagar 8,1 millones de dólares (7,2 millones de euros) para comprar la casa que hasta el momento alquilaban en la calle Belmont Road, en el exclusivo barrio de Kalorama de Washington.
El matrimonio alquiló la mansión hace un año, cuando por tanto aún faltaban más de seis meses para su salida de la Casa Blanca. Se trata de una edificación de 2.500 metros cuadrados construida en 1921 de estilo Tudor y cuya última gran rehabilitación se produjo en el 2011. Dispone de nueve habitaciones y ocho cuartos de baño.
“Teniendo en cuenta que el expresidente y la señora Obama estarán en Washington durante, al menos, dos años y medio más, tenía sentido para ellos que comprasen la casa y convertirla en su hogar en vez de seguir alquilándola”, ha manifestado el portavoz del exmandatario, Kevin Lewis, haciendo referencia a lo que los Obama anunciaron hace tiempo: que piensan permanecer en la capital estadounidense
El matrimonio piensa permanecer en la capital al menos hasta que su hija pequeña acabe la secundaria
al menos hasta que su hija menor, Sasha, acabe la enseñanza secundaria en la escuela Sidwell Friends.
Obama y su esposa siguen siendo propietarios de una casa en el barrio de South Side Kenwood de Chicago, la ciudad en la que él inició su carrera política.
Kalorama es uno de los vecindarios más exclusivos de Washington, en el que viven adinerados hombres de negocios, políticos y diplomáticos extranjeros, entre ellos Ivanka Trump, la hija del presidente Trump, y su esposo Jared Kushner, o el secretario de Estado Rex Tillerson. Es un barrio muy revalorizado además, como demuestra el hecho de que la casa que ahora han comprado los Obama se vendió en el 2014 –a Joe Lockhart, el que fue secretario de prensa del presidente Clinton– por 5,5 millones de dólares.
Según algunas fuentes, la de los Obama es ahora la casa de Kalorama por la que más se ha pagado después de la de Jeff Bezos, de mucha mayor superficie, por la que el magnate de Amazon desembolsó 23 millones de dólares.