La afiliación llega a los 18,34 millones en un mayo histórico
El récord de dos millones de contratos evidencia temporalidad y rotación
El mercado laboral entra de lleno en los meses del viento a favor, en una economía ampliamente dominada por el sector de los servicios y en la que el turismo supera el 10% de PIB. En mayo, 111.908 trabajadores abandonaron los registros del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE): todavía están inscritos 3,46 millones de desempleados, con niveles similares al 2009. Asimismo, el número medio de afiliados a la Seguridad Social aumentó en 223.192 personas. Gracias a la creación de empleo más alta en un mes de mayo desde que existen estadísticas, la afiliación volvió a los 18,34 millones de trabajadores.
El mes pasado también se rompió otra barrera, la del número de contratos, al alcanzar los 2,02 millones. Nunca antes se habían firmado tantos. La elevada cifra da idea de la fuerte rotación y temporalidad padecida por una parte de la población activa. Lacras de las que avisaba esta misma semana el propio Banco de España, que frenan la productividad y alejan –tal y como denuncian los sindicatos– a miles de trabajadores del objetivo de disponer de un empleo de calidad. El organismo que dirige Luis María Linde señaló el pasado martes en su informe anual que más de la mitad de los empleos creados desde finales del 2013 eran de carácter temporal. La EPA del primer trimestre del año arrojó una tasa de temporalidad del 25,8%, la cifra más alta de esta década pero aún a notable distancia del 33% de inicios del 2006.
Volviendo a los datos facilitados ayer por el Ministerio de Empleo sobre el mes pasado, de todos los contratos firmados, 167.267 eran indefinidos –es decir, el 8,25%–. Cuatro de cada diez fueron a tiempo parcial.
Según destacó Empleo, hasta el momento se han recuperado casi 2,2 millones de los puestos de trabajo destruidos durante la crisis, lo que supone que aún falta un tercio para volver al nivel alcanzado la década pasada. El volumen de ocupación actual ya supera al de mediados del 2009, pero sigue lejos de la cota máxima del 2008 (en mayo de hace nueve años, la Seguridad Social contaba con 19,40 millones de afiliados).
Más de tres de cada diez nuevos ocupados proceden de la hostelería y el comercio –en concreto, un 36%, más de 81.000 trabajadores–. También destacaron por su contribución al incremento del empleo las actividades administrativas y de servicios auxiliares (+24.349), la industria manufacturera (+14.465) y la construcción (+14.327) .
En comparación con la situación del mercado laboral doce meses atrás, la creación de empleo se acelera al fuerte ritmo del 3,9% –sólo superado desde los 2000 en mayo del 2006, cuando se produjo el proceso de regulación extraordinaria de inmigrantes–. Son 683.575 afiliados más, una cifra sólo superada en el excepcional 2006.
En los últimos doce meses, el número de desempleados se ha reducido en 430.275 trabajadores, un 11% menos. La construcción, con una bajada cercana al 20%, se convierte en el sector proporcionalmente más beneficiado por el progresivo descenso del parados inscritos en las oficinas públicas de empleo. Si se tiene en cuenta la evolución de los años anteriores de recuperación, la caída del paro registrado en el último mes es algo inferior al descenso experimentado en la misma época del 2016 y el 2015. En términos desestacionalizados, el desempleo cayó en 39.566 personas con respecto a abril, mientras que la afiliación aumentó en 60.608 ocupados.
Al tiempo, 1,8 millones de personas recibieron en abril alguna prestación por su situación de desocupado. Se trata del 53,8% de los desempleados inscritos y con experiencia laboral previa. En el 2008, esta tasa de cobertura rozó el 80%.
El paro registrado se redujo en casi 112.000 personas, pero aún afecta a 3,46 millones de personas