Samantha Cameron juró no llevar faldas sobre la rodilla
Samantha Cameron fue un apoyo activo de la moda británica en los seis años en que su marido fue el primer ministro. Habitual en las listas de las mejor vestidas, la esposa de David Cameron destacó por su estilo elegante y atrevido, sin miedo al color. Su armario estaba repleto de prendas con etiqueta británica. Pero elegir el vestuario para los actos públicos le causó más de un quebradero de cabeza, como reveló ella misma este domingo en una columna de un suplemento del
Times. “Es fácil subestimar el tiempo y esfuerzo que requiere verse bien y apropiada”, escribe Cameron en The Sunday Times
Style. “Cuando estaba en Downing Street, podía empezar a preparar dos o tres meses antes lo que iba a ponerme en un gran acto”, asegura.
La esposa de Cameron, de 46 años, relata cómo le preocupaba salir para un viaje sin llevarse los sujetadores, cinturones y zapatos adecuados para cada día. “Tuve todo tipo de desastres”, asegura, y explica que en una ocasión alguien del equipo del primer ministro tuvo que prestarle un sujetador.
Confiesa que en una ocasión en que llevaba un vestido corto de lunares le entró la “paranoia” de que la gente pudiera verle la celulitis y por eso juró no volver a usar ropa por encima de la rodilla en actos importantes. Y describe que en otra ocasión se dio cuenta de que se le rasgaba su “hermoso vestido de tafetán” en una conferencia del partido y se colocó estratégicamente detrás de su marido. Recuerda que de cara a la visita de Estado de los Obama tuvo que tratar con colaboradores de la primera dama Michelle sobre su vestuario.