Grifols compra Aigua de Vilajuïga
Fundada en 1904, desde hace años estaba controlada por las familias Carbonell (80%) y Cusí (20%)
Aigua de Vilajuïga cerró puertas el pasado mes de abril pero todo indica que volverá a abrir pronto, con nuevos propietarios. Ayer se supo que la familia Grífols, propietaria de la multinacional farmacéutica Grifols, ha adquirido la empresa, que hasta ahora era propietaria de dos otras familias empresarias catalanas, los Carbonell (Copcisa) y Cusí (de la antigua Hidroelèctrica de l’Empordà vendida a Endesa).
Fuentes de Grifols confirmaron ayer la compra, sin dar ningún dato más allá de asegurar que se trata de una compra “comprometida” con la empresa, según confirmó ayer la agencia de noticias ACN. Grifols cuenta con una división dedicada al embotellado de soluciones farmacéuticas, que, según han explicado, será una de las herramientas que utilizarán para reanudar el negocio. Aunque no han concretado plazos, prevén elaborar próximamente un plan para poner al día las instalaciones.
Aigua de Vilajuïga fue fundada en 1904 por varias familias de la zona; hace dos décadas, los Carbonell de Copcisa compraron el 80%, y el otro 20% seguía en manos de los Cusí. Según los datos del Registro Mercantil, la empresa estaba presidida por Benet Carbonell y en el 2015 facturó 371.735 euros, con pérdidas de casi 9.000 euros.
Explican que el agua de Vilajuïga, aunque la fuente brota con poca intensidad, es la única agua con gas de todo el Estado español que se envasa sin tratar, directamente como sale de la fuente, que nace al pie de la sierra de Verdera en el macizo del Cap de Creus. Declarada agua mineromedicinal y de utilidad pública, se comercializaba a través del canal farmacias. El pintor Salvador Dalí aseguraba que era su agua preferida, y en el año 1929 recibió un premio de honor en la Exposición Universal de Barcelona.