Un avión militar birmano con 120 personas a bordo se estrella en el mar
Un avión militar con 120 personas a bordo, entre ellas una docena de niños, se estrelló ayer en las aguas del mar de Andamán, en el sudeste de Birmania. Los equipos de rescate eran pesimistas anoche respecto a la posibilidad de hallar supervivientes, tras haber encontrado restos del aparato, según los medios locales.
El avión, un Y-8F-200 de fabricación china, que fue entregado a las fuerzas armadas birmanas en marzo del 2016, con sólo 809 horas de vuelo, había partido en torno a las 13.00, hora local de la ciudad de Myeik, en el sur del país, y se dirigía a Rangún, la capital económica de Birmania.
Los controladores aéreos perdieron el contacto con el aparato poco después de despegar, a la altura de la región de Dawei. “La comunicación se perdió de forma abrupta hacia las 13.35”, señaló el general Min Aung Hlaing, jefe del Ejército del Aire en Facebook, quien precisó que en el avión viajaban 106 pasajeros, soldados con sus familias, entre ellos una docena de niños, así como 14 miembros de la tripulación.
Se trata de un tipo de vuelos que el ejército birmano organiza cada dos semanas para transportar a las familias de los militares, explicaron fuentes de las fuerzas armadas.
Poco tiempo después de haberse iniciado las tareas de rescate, en las que participaban seis barcos y tres aviones militares, los equipos de salvamento localizaron restos del fuselaje a unos 200 kilómetros de Dawei. Un hallazgo que elimina las esperanzas de encontrar supervivientes.
Las autoridades aeroportuarias apuntaban a un fallo mecánico como el origen del accidente. “Nos inclinamos a pensar que fue debido a un incidente técnico, ya que la visibilidad era buena cuando despegó el avión”, indicó un oficial de aviación civil del aeropuerto de la ciudad de Myeik al diario Irrawaddy. Su comentario no es baladí. Refleja uno de los principales problemas que afectan a este empobrecido país del Sudeste Asiático, que no es otro que la falta de mantenimiento, aunque se trate –como es el caso– de un avión militar y ello dependa de las fuerzas armadas, que conservan un enorme poder en Birmania. Una realidad que explicaría la cantidad de accidentes que tienen lugar cada año.
Los últimos fueron el de un avión militar que se estrelló en febrero del 2016 y en el que murieron cinco militares, y el de un helicóptero en junio del 2016, donde también fallecieron todos sus ocupantes.