El PP no enmendará los presupuestos para que no deban volver al Congreso
Será la primera vez, pero también es la primera legislatura en la que el Gobierno tiene un apoyo tan exiguo en el Congreso. La intención del Ejecutivo de Rajoy es no aceptar ni una sola enmienda de las que se presenten en el Senado –donde cuenta con mayoría absoluta– a los presupuestos generales del Estado. Así, no tendrán que volver al Congreso. Los senadores de la fuerza del Gobierno han recibido instrucciones de no presentar enmiendas.
Sólo en caso de extrema necesidad se aceptaría alguna y sólo si es para corregir algún error. El PP prefiere que las cuentas públicas, que tanto costó aprobar en el Congreso, no sufran modificaciones y se aprueben en el Senado en 15 días. En caso de que la Cámara alta enmendara las cuentas debería realizarse una nueva votación en el Congreso para ratificarlas y obligaría a repetir las votaciones ajustadas y angustiosas de hace algunas semanas.
No es que se teman nada, porque caso de que se introdujera una enmienda y tuviera que votarse en el Congreso, se cuenta con 176 diputados pero para qué arriesgarse a perder una votación. Además son unos presupuestos con los que el Ejecutivo está satisfecho, ya que no desvirtúan los compromisos con Europa, pese a incorporar lo pactado con PNV y Nueva Canarias.
De hecho, la justificación del PP para mantener en el Senado el texto que salió del Congreso, sin variaciones, es que tienen unos acuerdos presupuestarios con siete partidos, pero principalmente con Coalición Canaria, Nueva Canarias y PNV, y que no pueden variar el contenido aprobado para no incumplirlos.
Pero en realidad el Gobierno tiene prisa en tener en el Boletín Oficial del Estado los Presupuestos, porque así podrá exhibir internamente, pero también fuera, principalmente en Europa, la estabilidad política que tanto ha ansiado Rajoy durante el año que el Gobierno estuvo en funciones.
Por eso, no es casualidad, que el Senado haya puesto el debate de totalidad de los presupuestos generales del Estado, que de aprobarse supondría rechazar las cuentas públicas el próximo martes, el mismo día que en el Congreso se celebrará la moción de censura presentada por Podemos, con lo que quieren contrarrestar el resultado de una votación, que por muchas críticas que se granjee Rajoy en el debate, al final se traducirá en que no hay alternativa al Gobierno del PP en el Congreso, y que el Ejecutivo puede sacar adelante unos presupuestos por los que nadie daba un duro hace cuatro meses. Rajoy quiere lanzar un mensaje de la legislatura va para rato.