El País Vasco volverá a la conferencia de presidentes
La relación PNV-PP ha dado un giro completo en seis meses. Si en enero el lehendakari Iñigo Urkullu se ausentó de la conferencia de presidentes autonómicos, ahora es muy posible que envíe a un representante a la comisión de seguimiento de la conferencia que se reúne en julio.
Con los acuerdos para la liquidación del cupo y la aprobación de una nueva ley quinquenal, en Sabin Etxea dan por reconocida la bilateralidad que reclamaban e inician un nuevo tiempo de sintonía.
Urkullu se refirió ayer a la cumbre del 17 de enero a la que no asistió. El lehendakari explicó que su ausencia fue un “toque de atención” al Gobierno central reclamando un respeto al autogobierno. Desde el PNV se consideró en su momento que acudir a una conferencia con las autonomías de régimen común suponía diluir la relación bilateral Euskadi-Estado. A su vez, Urkullu recordó que en el foro se abordaron cuestiones que “no afectaban” al País Vasco debido a su régimen especial.
El desbloqueo de relaciones, merced al acuerdo presupuestario –en el que el PP era la parte débil del pacto– queda ahora patente en cada gesto y uno de ellos es esta presencia de un representante vasco a la comisión de seguimiento.
En agenda quedan ahora una reunión entre el portavoz vasco, Josu Erkoreka, y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el encuentro que, se espera, se producirá entre el propio Urkullu y Rajoy este verano.
En un contexto condicionado por la minoría parlamentaria del PP, el PNV quiere explotar esta legislatura el valor de sus cinco parlamentarios en Madrid y para ello ya se ha ofrecido a negociar los presupuestos de 2018. Con las contrapartidas conseguidas este año, el apoyo jeltzale será caro y apunta, como primera reclamación, a la transferencia de las competencias pendientes que no se han realizado, entre las que destacan la gestión de prisiones y la Seguridad Social.
Dada la minoría del PP, el PNV quiere explotar el valor de sus cinco diputados en Madrid