Poncio Pilato
La Biblia explica que cuando los sumos sacerdotes judíos llevaron a Jesús ante Poncio Pilato, entonces gobernador de la provincia romana de Judea, para que le condenara, Poncio Pilato se lavó las manos públicamente diciendo: “Eso no me concierne, es cosa vuestra”. Desde entonces, lavarse las manos en las cuestiones públicas, además de otras cosas, se ha asociado a la cobardía.
Pues, por lo que parece, la dirección del PP, con Mariano Rajoy al frente, se ha lavado las manos sobre los casos de Luis Bárcenas, Ignacio González, Rita Barberá, Francisco Correa, el exministro José Manuel Soria y el fiscal Anticorrupción, Manuel Moix, y dejo algunos más en el tintero. Eso no es un sencillo lavado de manos, es toda una ducha que no limpia lo que hay debajo, porque si Mariano Rajoy, que era secretario general del PP y ahora presidente del partido, sabía todo lo que estaba pasando y no hizo nada por denunciarlo, ya se sabe lo que quiere decir eso; y si no lo sabía, también quiere decir que no es apto para dirigir un partido democrático y mucho menos un país. Ahora, los grupos de la oposición en el Congreso de los Diputados piden la dimisión de quien amparó al fiscal Anticorrupción, o sea, José Manuel Maza, y también del ministro de Justicia, Rafael Catalá, directos responsables de todo ese barullo. Pero parece que frente a todo ello Mariano Rajoy, una vez más, se lava las manos. Pues será interesante oír las respuestas que dé Rajoy como testimonio obligado a decir la verdad el día 26 de julio, ante el juez de la Gürtel. En ese caso no valdrá la posibilidad de un “no me consta” o “no lo recuerdo” o “no lo sé”, ya que él ha estado en la cúpula del PP durante todo ese periodo de acontecimientos. El SMS de Rajoy al Luis Bárcenas encarcelado –“Luis, sé fuerte”– admite muchas lecturas, pero ninguna de ellas exonerable.
El inmovilismo político de Rajoy le habrá servido para ir pasando por el pedregal, pero es posible y muy probable que esta vez, y tal como están las cosas en el ámbito judicial, no le sirva de mucho. Parece, pues, que esta legislatura presenta un escaso recorrido.