La Vanguardia

“El gol más visto del Barça”

Las vacas sagradas repasan con Rexach la relevancia de la final y el título, y analizan la mentalidad de Cruyff

- CARLES RUIPÉREZ Barcelona

No se han olvidado. “Nunca olvidaré un día tan bonito”, confiesa Ronald Koeman. Stoichkov plantó la pelota y la puso en movimiento. Bakero la dejó muerta para que, 25 años y algunos días después, Koeman volviese a golpear el esférico. El balón salió disparado. “Es el gol más visto de la historia del Barcelona”, resume Charly Rexach. No era Wembley, ni el viejo ni el nuevo. Ni siquiera era el Camp Nou. En el estrado del Auditori 1899, los tres protagonis­tas del gol que dio al Barça su primera Copa de Europa repitieron todos los pasos milimétric­amente. Y salió calcado. Fue el mejor colofón al Fòrum Samitier sobre el 25.º aniversari­o de Wembley, que hoy tiene el plato fuerte con la fiesta en el Estadi.

El 20 de mayo de 1992 el barcelonis­mo se quitó un peso de encima y el Barça pudo volar libremente y llegar varias veces a lo más alto. Había algo que constreñía al club, pero desde entonces pudo alcanzar el tamaño que tiene hoy. “La Copa de Europa se había convertido en una obsesión y con eso en la cabeza no se puede funcionar”, rememora Rexach, ayudante de Cruyff. El dream team que construyó el técnico holandés acabó con el maleficio. Después han caído cuatro Champions más: París 2006, Roma 2009, Londres 2011 y Berlín 2015.

Ayer las vacas sagradas, como las llamó Johan, se reunieron para explicar cómo lo lograron. “Fue duro. La verdad es que no había mucha gente optimista por lo de Sevilla”, apunta Koeman, el héroe. “Cuando yo llegué en el 88 me encontré un cierto desánimo”, relata Eusebio Sacristán. Hasta la imperturba­bilidad de Rexach sufrió.

–¿Cómo lo ves? –le preguntaba­n cada día a Charly desde una semana antes de la final.

–Esto está ganado –respondía él invariable­mente.

–¿Y cómo vais a jugar? –interpelab­an al segundo técnico.

–Nosotros, como siempre –aseguraba. Y de ahí no salía.

“Pero a medida que se acercaba la final vino Toni Bruins, que era el analista, y empezó a decir que cuidado con Lombardo, que si era un centrocamp­ista que entraba por la banda, que no era un extremo pero era habilidoso... Y salimos con cuatro defensas. Y el partido se empezó a complicar. 0-0 en los 90 minutos. 0-0 en la primera parte de la prórroga. El gol... Ese gol fue un descanso”, dice Rexach mirando a Koeman. “A mí el partido se me hizo eterno –corrobora Guillermo Amor, que se quedó en la grada, sancionado, por ver una amarilla contra el Benfica–. Pero mereció la pena esperar”.

“La jugada no estaba ensayada”, confirma Stoichkov, que recuerda que el día anterior vio a Koeman enfilar el camino a los vestuarios. “Le grité: ‘Ronald, no te vayas sin chutar una falta’. Así que el último balón que tocamos antes de la final fue una falta”. descubre el búlgaro, que después en el momento clave se dio cuenta de que la barrera italiana estaba muy cerca. “Por eso llamé a José Mari (Bakero) para que nos ayudara”, revela.

LA VERDAD DE STOICHKOV “No ensayamos la jugada, pero el último balón que tocamos el día de antes fue una falta de Koeman”

LA PRIMERA COPA DE EUROPA “Fue un descanso”, admite Rexach; “Mereció la pena esperar”, dice Amor; “Ganó la ilusión”, destaca Eusebio

“El secreto de aquel equipo era que éramos unos jugadores con carácter fuerte y honesto. Nos exigíamos mucho en los entrenamie­ntos”, sintetiza Koeman. “Queríamos hacer algo grande. Fue la final de la ilusión”, señala Eusebio. “Cruyff nos legó una mentalidad ganadora. Ya nunca más se dependió del rival”, aporta Amor. “Lo más importante para Johan era la tranquilid­ad, que siempre pareciese que no pasase nada. Delante de los jugadores aunque no tuvieses la solución tenía que parecer que sí”, reflexiona Rexach. “Y eso que aquel vestuario era más difícil de gestionar que el de ahora”, dice sobre Koeman, Laudrup, Stoichkov y Romário, que llegó en 1993, en comparació­n a Messi, Suárez y Neymar.

“Eran cuatro, y uno de los primeros espadas se tenía que quedar fuera en cada jornada. Cada lunes el debate estaba servido. Eso ahora no pasa”. Pero eso ya eran los tiempos de abundancia que siguieron al gol que cambió la vida del Barça.

 ?? ROSER VILALLONGA ?? Stoichkov, Koeman y Bakero reprodujer­on la falta indirecta que supuso la Copa de Europa hace 25 años
ROSER VILALLONGA Stoichkov, Koeman y Bakero reprodujer­on la falta indirecta que supuso la Copa de Europa hace 25 años

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