Michel Temer, absuelto de financiación ilegal
El presidente de Brasil podría librarse del ‘impeachment’
El juicio fue como un partido de fútbol que se acerca al minuto 90 con empate pero se sabe que al final el árbitro ayudará a desempatar a favor del equipo más poderoso. Y en este caso el poderoso es el presidente brasileño, Michel Temer, que en la madrugada de ayer (hora española) logró su mayor victoria desde que el mes pasado quedara en el ojo del huracán acusado de corrupción, al ser absuelto –junto a Dilma Rousseff– por el Tribunal Superior Electoral (TSE) por la financiación ilegal de su campaña electoral.
Tras cuatro días de debates a puertas abiertas en Brasilia, los siete magistrados del TSE procedieron a una larga votación donde antes justificaban ampliamente su voto tras escuchar al juez ponente, Herman Benjamin. Tres votaron a favor y tres en contra de anular con efectos retroactivos la candidatura electoral que en el 2014 llevó a Rousseff a la presidencia acompañada de Temer en la vicepresidencia. El desempate correspondió al presidente del tribunal, Gilmar Mendes, que salvó la situación argumentando que el país necesita estabilidad y que el TSE no es el instrumento para destituir al primer mandatario, sino que para eso existe el impeachment, gracias al cual precisamente Temer sustituyó a Rousseff el año pasado.
“Tenemos una situación bastante singular, que es la impugnación de una candidatura presidencial, en un grado de estabilidad o de inestabilidad que hay que tener en cuenta”, dijo Mendes durante el juicio. “No se puede sustituir a un presidente de la república a todas horas, aunque se quiera”, agregó.
El resultado era previsible porque Mendes es amigo declarado de Temer y dos de los tres jueces que votaron contra la anulación de la candidatura fueron nombrados por el presidente. El tercero, Napoleão Nunes, fue designado por Lula pero está en entredicho porduda
que aparece salpicado por el escándalo de los sobornos que la empresa cárnica JBS pagaba a políticos y funcionarios.
Los cuatro desestimaron las delaciones de los arrepentidos de la constructora Odebrecht, que aseguran que la empresa financió la campaña de Rousseff y Temer, y que incluso llegó a abrir una cuenta corriente con unos 40 millones de euros para tal fin. También ignoraron la minuciosa y larga exposición de Benjamin, que no dejaba sobre el “abuso de poder” de la candidatura al recibir ilegalmente ingentes cantidades de dinero de distintas fuentes.
Tras la votación, Temer volvió a sacar pecho por segunda vez en pocos días, después de los recientes datos de recuperación económica, con un crecimiento por primera vez en dos años del PIB del 1% en el primer trimestre. Primero, el mandatario emitió un comunicado en el que se felicitaba por el “buen funcionamiento de la democracia brasileña”.
Temer se siente reforzado, a pesar de que la fiscalía prosigue la investigación en su contra por corrupción y obstrucción de la justicia a raíz de las acusaciones del dueño de JBS. El presidente rechazó el mismo viernes responder a las 82 preguntas que le había enviado la policía después de que el Supremo le autorizara ser interrogado por escrito. En la devolución en blanco del cuestionario, la defensa de Temer argumenta que “hay preguntas verdaderamente invasivas y, por tanto, inoportunas, que buscan simplemente entrar en la vida personal del presidente afectando a su intimidad”.
Mientras tanto, en las calles de Brasil es imposible encontrar a alguien que crea que Temer concluirá su mandato el 31 de diciembre del 2018. No obstante, los brasileños están cansados de esta crisis institucional y el juicio en el TSE no generó la expectación del impeachment a Rousseff el año pasado. El mandatario tiene, a su vez, catorce peticiones de impeachment contra él pero a día de hoy no parece que sus aliados del PSDB quieran iniciar el juicio político, lo que se confirmará si este partido no presenta recurso a la decisión del TSE. Paradójicamente fue el PSDB quien acusó de financiación ilegal a Temer y Rousseff cuando su candidato, Aécio Neves, entonces opositor, perdió los comicios del 2014.
Dilma Rousseff se libra junto a Temer de la anulación de su candidatura electoral en el 2014