“La plegaria cristiana exige tiempo y escuchar a Dios, no hablarle”
Enzo Bianchi, prior del monasterio de Bose
Tras el concilio Vaticano II, Enzo Bianchi creó una comunidad monástica basada en el celibato, la pobreza y la obediencia al Evangelio, con dos características propias: la coexistencia de cristianos, protestantes y ortodoxos, y la presencia de hombres y mujeres. Medio siglo después, Bianchi se ha convertido en una de las voces más lúcidas del diálogo interreligioso. Esta semana ha estado en Barcelona para dar una conferencia en la que ha planteado la posibilidad de que las mujeres puedan predicar también las homilías.
Mucha gente, también laicos, acuden a su monasterio de Bose para rezar. ¿Qué sentido tiene la plegaria en el siglo XXI? La plegaria es decisiva en la vida de un cristiano. Pero a menudo tenemos una idea de la plegaria muy religiosa pero no cristiana. La plegaria cristiana tiene dos premisas: la primera es el tiempo, necesitamos encontrar tiempo y no es fácil porque lo idolatramos, se ha convertido en nuestro patrono y somos sus esclavos. Hay que saber gobernar el tiempo y encontrarlo. Y en segundo lugar la plegaria cristiana exige saber escuchar. En el silencio debe haber tiempo para escuchar en profundidad la voz de la conciencia, que siempre habla en nombre de Dios. El cristiano debe escuchar la voz de Dios con la ayuda de las santas escrituras, de lo que dicen los profetas y lo que ha dicho Jesucristo. No se trata de hablar a Dios, de pedirle ayuda o explicarle nuestros problemas.
¿Qué diferencia entonces a la plegaria cristiana?
La plegaria cristiana trasciende a la religiosa, porque sabe escuchar a Dios y la consciencia puede ser
iluminada por la fe. En otras religiones se pide a Dios pero el que reza no sabe que Dios le habla. La espiritualidad budista es sobre todo meditación. Y hay otras formas de orar que tienen efectos psicológicos pero no llegan a Dios.
¿Por qué es tan difícil el diálogo con el islam?
El diálogo es siempre difícil. También entre los cristianos, pese a que hubo unidad en el pasado.Cada religión tiene una identidad que quiere preservar y defiende una única verdad. Y existe una cuestión de poder, no es fácil ceder el paso a otro. Con el islam es todo más difícil. Tenemos cosas en común, pero para los cristianos Mahoma no es un Profeta, no ha llevado el anuncio del Evangelio. Para los musulmanes la lectura del Corán no admite interpretaciones, es una lectura literal, fundamentalista. Por eso hablan de conquistar el mundo, incluso con la violencia, y esto lleva a la no comprensión. Pero aún así el papa Francisco, con su visita reciente a El Cairo, ha abierto tentativas de diálogo. El mundo musulmán debe trabajar más a favor de la tolerancia. El diálogo avanza desde países como Marruecos o Egipto, pero en las naciones islámicas con regímenes teocráticos es una misión peligrosa. Es un problema de culturas. También la Europa del norte cristiana es más comprensiva con los divorciados incorporados a la Iglesia que el África cristiana.
¿Pero la oposición a las reformas del Papa vienen más de la Iglesia italiana que no de la africana?
RESISTENCIAS AL CAMBIO Una minoría de los obispos no entiende la manera de actuar del Papa, la gente sí
Una parte de los obispos italianos hace oídos sordos a lo que dice el Papa, pero no es la Iglesia. Son una minoría de obispos que no comprenden la manera de actuar del Papa. Pero no se manifiestan. En cambio, la gente de la calle sigue mucho al papa Francisco, creo que como aquí en Catalunya.
¿De todos modos el proceso de secularización es real?
Hay ciertos fenómenos que pueden ser una chance. Menos sacerdotes significa más responsabilidades para la comunidad. Yo tengo esperanza en que a largo plazo habrá un avance real en las reformas. Pero a corto plazo... La lástima es que el pontificado del papa Francisco no podrá ser muy largo, no podrá llegar a los 26 años de Juan Pablo II, que le permitieron imprimir un carácter. Y me temo que con el próximo Papa se pueda dar un paso atrás.