La Ruta 66, una experiencia sobre ruedas
Dennis Hopper y Peter Fonda cabalgaban sus motos al son de Born To Be Wild mientras recorrían los impresionantes paisajes del Gran Cañón y Arizona. Era el año 1969, y la película Easy
Rider, rodada en la famosa Ruta 66, se convertía en un icono para la juventud estadounidense. Más tarde, en 1991, Thelma & Louise nos hablaba del viaje hacia la libertad de dos mujeres que, montadas en su coche descapotable, recorrían los caminos solitarios y los parques naturales que alberga esta ruta, pero que también vivían el espíritu de sus bares y moteles de carretera. Son dos ejemplos, entre muchos, de cómo el cine, y en especial las
road movies, ha ayudado a dibujar a nivel mundial la iconografía de la Ruta 66, un destino deseado para todos aquellos viajeros que quieren sentir en su propia piel la emoción de conectar el pasado y el presente de la historia de América. Creada oficialmente en 1929, la
U.S. Highway 66 ha sido siempre más que una arteria de transporte de cuatro mil kilómetros que recorre todo el país. Partiendo del lago Michigan y pasando, entre otros lugares, por los campos agrícolas de Illinois, las colinas de Misuri, las ciudades mineras de Kansas y las tierras encantadas de Nuevo
México y Arizona, hasta llegar a la gran ciudad de Los Ángeles, la ruta ha activado el comercio y los negocios a lo largo de Estados Unidos, ha sido eje de transporte militar durante la Segunda Guerra Mundial y, tras la consolidación del coche como medio de transporte familiar, en los años cincuenta y sesenta, ha sido destino turístico para aquellos que deseaban visitar el Gran Cañón o sumergirse en las playas del sur de California.
Actualmente es uno de los recorridos más solicitados entre los visitantes que se trasladan a Estados Unidos, y hay distintas maneras de transitarlo, según el perfil de cada viajero. Una buena opción es conducir una autocaravana por las amplias autopistas y carreteras de esta ruta, un medio de transporte que proporciona, además, la libertad de viajar sin horarios y no tener que deshacer continuamente el equipaje, a la vez que facilita el conocer a otros viajeros durante la estancia en los campings y parques nacionales.
Viajes Tejedor ofrece un plan de 16 días/14 noches que incluye el billete de avión desde España con llegada a Chicago y regreso desde Los Ángeles, en vuelos de línea regular en clase turista. También contempla la estancia en habitación
cuádruple, en hoteles de categoría
turista o turista superior, para la noche anterior y posterior al alquiler del vehículo, así como el alquiler de una autocaravana en tarifa todo incluido y un seguro de viaje (desde 1.283 €/persona).
El itinerario recomendado por la compañía empieza en Chicago, para recorrer posteriormente Springfield (Illinois), St. Louis, Springfield (Misuri), Ciudad de Oklahoma, Amarillo, Tucumcari, Albuquerque, Flagstaff, el Grand Canyon National Park, Kingman, Barstow y finalmente Los Ángeles.
Aunque si el viajero se quiere sentir más en la piel de Dennis Hopper o de Susan Sarandon, Viajes Tejedor también ofrece la posibilidad de hacer el mismo recorrido en
moto con un programa similar de 18 días/16 noches (desde 3.424€/persona) o en coche durante 17 días/15 noches (desde 1.513 €/persona). Uno de los grandes iconos de la cultura popular americana os espera.