Un jubilado anti-Trump tirotea a congresistas republicanos en Virginia
El suceso, que acabó con cinco heridos y la muerte del atacante, provoca conmoción en EE.UU. por la crispación política
La crispación política es el mejor abono para la tragedia en un país armado hasta los dientes y la ira estalló ayer en Alexandria (Virginia) cuando James T. Hodgkinson, un jubilado de 66 años, disparó su rifle de asalto contra un grupo de congresistas republicanos que practicaban béisbol. El tiroteo duró varios minutos, adquirió las características de un asedio y cinco personas resultaron heridas, entre ellas Steve Scalise, tercer líder republicano en la Cámara de Representantes.
La tragedia habría sido mucho más grave de no ser porque dos agentes de la Policía del Capitolio evitaron la masacre al enfrentarse al atacante y pese a resultar heridos en el lance, abatieron al tirador, que falleció pocos después en un hospital. El suceso conmocionó al Washington político.
El presidente, Donald Trump, se apresuró a hacer un llamamiento a la unidad con un solemne mensaje a la nación: “Podemos tener nuestras diferencias, pero todos los que servimos en la capital de nuestra nación estamos aquí porque, por encima de todo, amamos a nuestro país (...) Todos estamos de acuerdo en que tenemos la suerte de ser estadounidenses y que somos más fuertes cuando estamos unidos y cuando trabajamos juntos por el bien común”.
Una treintena de congresistas, algunos acompañados por hijos pequeños, habían madrugado para practicar béisbol de cara al encuentro que debían disputar hoy contra el equipo de los demócratas en un evento de recaudación de fondos para obras de caridad. El lugar elegido fue el Eugene Simpson Stadium Park de Alexandria, una pintoresca ciudad de Virginia colindante con el Distrito de Columbia, al otro lado del Potomac. Eran las 7 de la maarrastrándose ñana cuando James T. Hodgkinson, armado con un rifle de asalto, irrumpió en la cancha y abrió fuego a discreción. “Yo estaba en la cancha a punto de batear y oí un bam –explicó el congresista Mo Brooks–, miré a mi alrededor y detrás de la tercera base vi un rifle. Y luego escuché otro disparo y oí cómo gritaba Scalise y el tipo continuaba disparando a la gente y hubo una dispersión general”.
Jack, un niño de 10 años hijo del senador de Texas Joe Barton, fue protegido debajo del banquillo. El representante Steve Scalise fue alcanzado en la cadera y una pierna. Intentó buscar refugio por la cancha y dejando un reguero de sangre, hasta que fue auxiliado por su colega Brad Wenstrup, que es médico y le improvisó un torniquete para frenar la hemorragia. Trasladado a un hospital de Washington, fue sometido a una intervención quirúrgica. El parte del hospital señaló que “el representante Scalise resultó gravemente herido y permanece en estado crítico”. También sufrieron heridas, aunque de menor consideración, los dos agentes que repelieron el ataque, Krystal Griner y David Bai-
LAS CAUSAS El ataque, obra de un fanático anti-Trump, reabre el debate sobre la posesión de armas
LA REACCIÓN El presidente llama a la unidad del país, y republicanos y demócratas cierran filas
ley, el asesor Zack Barth y Matt Mika, un empleado de Tyson Foods, la marca patrocinadora del evento caritativo.
La noticia no tardó en llegar al Capitolio. Los congresistas paralizaron su actividad y el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, habló en nombre de todos: “Estamos horrorizados por este terrible ataque y estamos rezando por los que sufrieron el ataque y por sus familias, y estamos unidos en nuestra angustia. Porque un ataque a uno de nosotros es un ataque a todos nosotros”. La líder demócrata de la Cámara también enfatizó la idea de unidad: “En días como hoy no hay demócratas o republicanos, sólo estadounidenses unidos en nuestros pensamientos por los heridos”. Hubo unanimidad en mantener la celebración el partido benéfico de béisbol previsto para hoy en Washington DC.
El atacante, James T. Hodgkinson, de 66 años, de Belleville (Illinois), se había jubilado recientemente y tenía antecedentes por violencia doméstica y por peleas en la calle, y era bien conocida su obsesión contra los republicanos en general y contra Donald Trump en particular, del que había escrito en su página de Facebook que era un “traidor que ha destruido nuestra democracia”. Hodgkinson había ejercido de activista y participado como voluntario en la campaña del senador izquierdista Bernie Sanders, quien rápida y contundentemente condenó el atentado, asegurando que “el verdadero cambio sólo puede lograrse a través de la acción no violenta, y cualquier otra cosa va en contra de nuestros valores estadounidenses más profundas”. No está claro cómo Hodgkinson obtuvo la información sobre el día y la hora del entrenamiento de los congresistas, aunque algunos testigos aseguran que el tirador preguntó antes de actuar si los que jugaban a béisbol eran republicanos o demócratas.
El gobernador de Virginia, el demócrata Terry McAuliffe, aprovechó para reabrir el debate sobre la posesión de armas. “Hay demasiadas armas en la calle y cada día pierden la vida 93 estadounidenses a causa de la violencia armada”. Pero los partidarios de las armas también se movilizaron. La página de Facebook del tirador Hodgkinson fue inmediatamente pirateada con un mensaje: “Sólo un arma puede detener a un tirador”, y un llamamiento a presionar a los congresistas para que los ciudadanos de todos los estados puedan circular armados por todos los rincones del país.
El gobernador de Virginia exclama que hay demasiadas armas en circulación en todo el país