Si hubiera más transporte público, el 60% dejaría el coche
Siete de cada diez barceloneses creen que seguirán teniendo coche de aquí a diez años
El parque automovilístico de Barcelona lleva tres años creciendo después de una importante caída por la crisis económica. Y no parece que vaya a cambiar, todo lo contrario. Los datos de matriculación al alza quedan apuntalados ahora por un estudio sobre perspectivas de futuro elaborado por la fundación Creafutur.
El 69% de los encuestados confiesa que espera continuar teniendo coche de aquí a 10 años, un porcentaje prácticamente idéntico al que actualmente tiene vehículo propio. “Tampoco varía la previsión de su uso, incluso la tendencia es más a crecer que a disminuir”, considera Martí Jofre, uno de los autores del estudio. Es más, la mitad de conductores cree que se deberían construir más accesos viarios en Barcecoche lona para solucionar los colapsos que sufren cada día en hora punta. El problema no se puede decir que sea algo generacional, el grupo de edad de 18 a 29 años es precisamente en el que hay más convencidos de que seguirán usando el coche. “El estudio nos dice a las administraciones que no hemos trabajado suficiente y que no hemos sido capaces de trasladar a la ciudadanía los graves efectos provocados por la contaminación sobre la salud”, valora el vicepresidente de movilidad del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB), Antoni Poveda, tras instar a “acelerar las medidas para hacer efectivo un cambio de hábitos”.
Las restricciones de tráfico para mejorar la calidad del aire anunciadas para los próximos años no asustan a los conductores. El secretario de Movilitat de la Generalitat, Ricard Font, considera que “el cambio llegará cuando el tren o el autobús convenzan en comodidad, tiempo y fiabilidad”. Es por eso que una inversión importante en el sistema de transporte público se antoja como la medida más efectiva para reducir el número de coches y motos en las calles de Barcelona. El 59,6% de los conductores encuestados asegura que estaría dispuesto a dejar de utilizar el coche en sus desplazamientos diarios si hubiera una mejora considerable del transporte público, que es valorado de manera positiva por seis de cada diez encuestados. La percepción varía en función del tipo de transporte que usa: los pasajeros de FGC satisfechos son un 77% mientras que los de Renfe, un 42%. La visión de la movilidad también cambia de manera considerable en función del lugar de residencia y de trabajo.
Mientras los vecinos de la capital catalana optan mayoritariamente por el transporte público si trabajan o estudian en la misma ciudad, el tiene un peso mucho más grande entre las personas que se desplazan de una ciudad a otra en la metrópolis. Para este tipo de conductores pueden jugar un papel fundamental los aparcamientos disuasorios. Los llamados park and ride son la alternativa preferida por el 68% de los ciudadanos en caso de restricciones de circulación puntuales durante los episodios de contaminación.
Casi siete de cada diez conductores reconocen que ante una prohibición temporal optaran por conducir hasta la estación más cercana o hasta la entrada de la ciudad y desde allí se desplazarán en transporte público hasta el lugar de trabajo. Sería una solución puntual ante una situación que se podría dar a partir del 1 de diciembre de este mismo año. En caso de superar los niveles
EN AUTO HASTA EL LÍMITE Los aparcamientos disuasorios son la alternativa preferida en caso de restricción
HÁBITOS DEL FUTURO El coche compartido se presenta como alternativa, pero su uso es todavía escaso
de contaminación no podrán acceder al espacio entre rondas todos aquellos coches que carezcan de la etiqueta ambiental de la dirección general de Tráfico (DGT). El problema que abre la alternativa preferida por los conductores es que los aparcamientos disuasorios en las estaciones a día de hoy son prácticamente inexistentes y los que podrían cumplir esa función no están preparados para absorber un gran volumen de vehículos.
Cuando la restricción a los coches más contaminantes pase a ser permanente –un escenario previsto para el 2020–, el 45% de los encuestados asegura que optará por adquirir un vehículo nuevo que cumpla los estándares de contaminación y le permita circular sin problemas, dejando claro que el coche es su modus vivendi y nada le va a hacer cambiarlo.
Otro aspecto recogido en el estudio y que abre un escenario cambiante para el futuro es que el 55% de los ciudadanos muestra interés por los nuevos servicios de coche compartido. Interesa especialmente el servicio de alquiler de vehículos por minutos que permite realizar un trayecto de un punto a otro de la ciudad, cogiendo y dejando el coche allí donde mejor le vaya al cliente. También se posiciona como alternativa, aunque en menor medida el coche compartido con otras personas que hacen el mismo trayecto, una opción que funciona con éxito a través de plataformas como Blablacar para desplazamientos de larga distancia pero que aún no es utilizado para el día a día. Eso sí, el interés por los nuevos servicios de momento no se traduce en su uso. El de más éxito es Avancar, utilizado por un 5% de los encuestados.
El informe que apunta estas conclusiones supone un paso adelante en la búsqueda de consensos entorno a una movilidad más sostenible. En la elaboración del estudio han participado tanto las administraciones implicadas (Generalitat de Catalunya, Àrea Metropolitana de Barcelona, Ayuntamiento de Barcelona, Autoritat del Transport Metropolità…) como el RACC y empresas privadas, entre las que se cuentan Seat, Abertis y Saba, entre otras. El RACC pedía la semana pasada un calendario consensuado a las diferentes administraciones sobre las restricciones a los coches más contaminantes. La concejal de Movilidad de Barcelona reconoció ayer que las cosas no se están haciendo a la una aunque se quiera dar esa impresión. “El consenso sobre el diagnóstico de la situación es total pero patina a la hora de concretar las medidas”, dejó caer Mercedes Vidal. Lo demuestra un hecho que también va de calendarios: el Consistorio reunió a su mesa contra la contaminación la semana pasada, la Generalitat lo hará la que viene y el AMB en julio.