Grillo vira a la derecha y endurece sus posiciones ante la inmigración
La alcaldesa de Roma anuncia que desmantelará los campamentos gitanos
El Movimiento 5 Estrellas (M5E), el gran derrotado en los comicios municipales parciales del pasado domingo en Italia, ha endurecido de repente sus posiciones ante la inmigración, dejando clara así su voluntad de competir por el electorado de derechas –y también de extrema derecha– que se disputa con partidos como la Liga Norte, Hermanos de Italia y otros grupos.
La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, anunció que la capital ha pedido al prefecto de la provincia una moratoria sobre la acogida de nuevos inmigrantes, porque se ve desbordada, y que desmantelará los campamentos gitanos en varias zonas de la periferia. Simultáneamente, el fundador y líder máximo del M5E, el cómico Beppe Grillo –que no tiene escaño en el Parlamento ni ocupa ningún cargo público–, escribió en su blog que se opondrán al proyecto de ley para instaurar el ius solis (derecho de suelo), que daría automáticamente la nacionalidad italiana a los hijos de inmigrantes, igual que sucede, por ejemplo, en Estados Unidos.
El giro derechista de los grillini parece tener motivos coyunturales –para preparar el terreno ante los comicios generales del próximo año–, si bien responde también al propio código genético del partido. Siempre ha sido un error comparar la eclosión del populismo de Grillo con fenómenos como, por ejemplo, Podemos en España. El M5E es la clásica criatura postideológica, muy ambigua, de protesta, con un programa vago y a veces contradictorio, y cuyo objetivo es pescar en todos los caladeros. Ya en la elección de Raggi en Roma, hace ahora un año, se vio que el M5E era apoyado, de modo explícito, por partidos y electores de la derecha radical.
“No permitiremos que nadie coma a costa de los más débiles”, afirmó Raggi, quien advirtió que abrir nuevos centros de acogida crearía “más tensiones sociales” y sería “arriesgado”. El Ministerio del Interior replicó recordando a la alcaldesa que Roma ha acogido a menos migrantes de los que se comprometió y que otras ciudades, como Milán, han hecho lo contrario.
Raggi, además, anunció que se eliminarán los campamentos gitanos y se tomarán medidas contra quienes mendigan por la calle o en el metro usando como reclamo a niños o menores de edad. También se actuará contra quienes se declaran sin ingresos y conducen coches de lujo. Esta última frase es una de las típicas que pueden oírse de italianos que viven en áreas problemáticas de la ciudad, cerca de los asentamientos gitanos. Puede haber parte de verdad pero nace de pulsiones xenófobas. Raggi las ha explotado de la misma manera que lo hacen partidos como la Liga Norte y Hermanos de Italia.
En un duro editorial en portada, bajo el título de “Las Olimpiadas del populismo”, el diario La Repubblica arremetió contra Grillo, a quien acusó de comportarse como un hooligan que, tras perder un partido importante, vuelve a casa y se lía a tortazos con el vecino simplemente para desfogarse y expresar su ira. En otro análisis, esta vez del Corriere della Sera, se ironizaba sobre la pretensión del M5E de presentarse como un partido “de la ley y el orden” y, al mismo tiempo, también antisistema, una flagrante contradicción.
La deriva derechista y contra la inmigración puede provocar tensiones internas en el M5E. El diputado Girolamo Pisano, de Salerno, avisó que abandonará el partido si se busca una alianza electoral con la Liga Norte, una posibilidad que a veces se baraja pero que Grillo descartó ayer con rotundidad.
El cambio estratégico de los grillini
coincide con la publicación de nuevos datos estadísticos, referentes al año 2016, que muestran que la natalidad sigue cayendo y que hay menos habitantes que en el año precedente. Lo único que frena un poco el declive es la llegada de extranjeros y los hijos de estos. El exalcalde de Roma Gianni Alemanno, exponente del postfascismo y hoy secretario del derechista Movimiento Nacional para la Soberanía, citó estas cifras estadísticas para advertir del riesgo de que los italianos de origen sean minoría en su propio país dentro de pocos decenios. Pocos habrían vaticinado hace unos años una convergencia de fondo tan evidente en las actitudes de dos personajes dispares como Alemanno y Grillo.
El M5E se opone a dar automáticamente la nacionalidad italiana a los hijos de los extranjeros