El PSOE de Sánchez rehace los puentes con Podemos
Ábalos logra con su intervención cohesionar al grupo socialista
“No salvarán la censura que les plantearán los españoles más pronto que tarde”, avisa al PP el portavoz socialista
Pedro Sánchez tiene la convicción de que, tras su incontestable victoria en las primarias, el PSOE empieza a recuperar el terreno perdido y el pulso electoral. La tendencia se irá consolidando con la vuelta a casa de los votantes socialistas que un día emigraron desencantados a Podemos, y arañando el espacio que en el centro asegura que deja libre un Albert Rivera más escorado a la derecha. Ya recuperado y reforzado, como líder indiscutible de la oposición y única alternativa real de gobierno, el PSOE volverá a tener a tiro al PP. Esa, al menos, es la teoría.
Ahora hay que ponerla en práctica. El discurso con el que José Luis Ábalos debutó ayer como portavoz parlamentario del PSOE tenía así dos grandes objetivos estratégicos: volver a tender los puentes con Podemos, dinamitados en la pasada legislatura; y, en el plano interno, cohesionar a un grupo socialista que quedó muy fracturado tras la pugna de las primarias. Y Ábalos salió del hemiciclo muy satisfecho, convencido de haber cumplido con éxito las dos misiones. No en vano, celebró que el propio Pablo Iglesias fuera a darle la mano tras su duelo parlamentario, aún sorprendido por su pasado como militante comunista en la clandestinidad. Y un aluvión de dirigentes socialistas de todas las sensibilidades, dentro y fuera del hemiciclo, le felicitó efusivamente por una intervención en la que recuperó el sentido del orgullo y el compañerismo socialista, que cotizó muy a la baja en los últimos años.
Ábalos, antes que nada, quiso advertir a Mariano Rajoy de que su tiempo llega a su fin, pese a que este debate le haya insuflado oxígeno. “Hoy van a salvar esta censura, pero no salvarán la censura que les plantearán los españoles más pronto que tarde”, avisó a la bancada popular. Hizo así responsable al Gobierno de “la doble degradación, social e institucional, que sufre España”, y por la que “merece la máxima crítica, una clara reprobación y la aplicación de un correctivo político”.
Y, con su tono más amable, el portavoz socialista aseguró aceptar la invitación del líder de Podemos, y recogió su guante tendido para alcanzar acuerdos de futuro. “Los socialistas somos los primeros en valorar la necesidad de censurar a este Gobierno censurable. Y somos los primeros dispuestos a construir mayorías alternativas en esta Cámara, para desmontar las políticas injustas del PP y sacar adelante las reformas justas que reclama la sociedad española. Ahí nos encontraremos siempre”, aseguró. “Pero, con todo respeto, no podemos hacer otra cosa que abstenernos ante su moción de censura”, zanjó.
Una abstención con la que Ábalos también reprochó a Iglesias que ni siquiera se abstuviera cuando, hace un año, tuvo la oportunidad de facilitar “un gobierno progresista de regeneración”. Podemos, en marzo del 2016, votó en contra e impidió la investidura de Sánchez. “Abstenerse, a veces, tampoco es tan grave”, ironizó el portavoz socialista.
Lo primero, ahora, es superar las “hostilidades y desconfianzas” entre ambos partidos, pese a que Ábalos cuestionó la intención de Podemos al presentar la censura a Rajoy. Y recordó que la mayoría de las propuestas que Iglesias anunció la víspera estaban incluidas en el acuerdo de investidura que Sánchez selló con Rivera el año pasado.
¿Pero quién dará el abrazo del oso a quién? ¿Podemos al PSOE? ¿O el PSOE a Podemos? Para el equipo de Sánchez, a Iglesias no le quedará otra que buscar el entendimiento con un PSOE que remonte el vuelo. Y en eso están: “Somos la izquierda, somos el nuevo PSOE”, sentenció Ábalos en su intervención.