El milagro ‘taronja’ de J. Roig
El Valencia aspira a ser hoy el 5.º equipo que rompe el duopolio Barça-Madrid
Sólo cuatro equipos en las 33 ediciones de la Liga ACB (desde 1983) han sido capaces de romper el duopolio del Barça (15 títulos) y el Real Madrid (11). El último fue el Baskonia, entonces Laboral Kutxa, hace ya siete años. Los de Vitoria-Gasteiz fueron los únicos en hacer frente a los dos grandes del baloncesto estatal en la última década, en la que se llevaron dos Ligas (2008 y 2010). Hoy, en la Fonteta de Sant Lluís (20.30 h), el Valencia Basket puede hacer historia y convertirse en el quinto club que conquista la ACB, después de los vascos, Unicaja, Joventut y Manresa. Sería la culminación del sueño de los hermanos Roig que empezaron a imaginar en 1986, en especial de Juan Roig, el propietario de Mercadona, cofundador y principal accionista del Valencia Basket.
Que el Valencia gane hoy la Liga ACB, con el cuarto presupuesto de la competición, menos de la mitad que su rival blanco (30 millones, por 14 los taronja), sería toda una heroicidad. Como si Mercadona superase en negocio al trasatlántico de El Corte Inglés, lo que ya ha sucedido. Y es que el club del barrio de Quatre Carreres nacido en 1986 al bajar el Valencia CF a Segunda División y adoptarlo los hermanos Roig, imbuidos de la fiebre del baloncesto tras la plata olímpica de Los Ángeles’84, ha tenido un crecimiento paralelo al del hijo comercial del magnate valenciano: se ha acabado comiendo a los grandes con una filosofía empresarial similar.
El milagro de J. Roig se asienta en una buena política de compras, sustentada por el mecenazgo del empresario, máximo accionista, que aporta unos 6 millones de euros al presupuesto de 14–; una masa social fiel, alrededor de 7.000 abonados, que está dejando pequeña la Fonteta, con 9.000 asientos (de hecho, ya planean la construcción de un nuevo pabellón con más capacidad); una gestión eficaz dirigida por Paco Raga, director general del club y mano derecha de Roig, y un proyecto deportivo entregado a un veterano estudioso del baloncesto como Pedro Martínez –pretendido por el Barça–, acompañado de otro cartesiano como Jaume Ponsarnau. El técnico catalán, que llegó a Valencia en el 2015, en dos temporadas ha construido un equipo muy compensado, agresivo en defensa, batallador y tácticamente muy trabajado, que se ha agigantado alimentado por la confianza.
Un equipo aguerrido donde se nota la mano experta de dos veteranos como Fernando San Emeterio (33), con 12,7 puntos de promedio en los playoff ,yelcapitán Rafa Martínez (35), apoyados por dos jugones como Guillem Vives y el francés Antoine Diot (5,6 asistencias), los puntos de sus poderosos pívots, el montenegrino Bojan Dubljevic (12,4 en los playoff; 14 en el anterior encuentro, y 5,4 rebotes) y el estadounidense Will Thomas (13 en la final; 16 en el partido del miércoles), uno de los fichajes más rentables, llegado del Unicaja. Sin olvidar a otras piezas efectivas, cumplidoras y aplicadas como el ala de Tàrrega Pierre Oriola, el mallorquín Joan Sastre o el ala centroafricano Romain Sato. Siete nacionalidades, una mini ONU, pero en definitiva, gente comprometida con el milagro taronja que ha puesto al Madrid contra las cuerdas y ya acaricia su primera ACB.
DIRECCIÓN Y ACIERTO En el Valencia son clave el timón de Pedro Martínez y el acierto en fichajes como el de Will Thomas