Explosión mortal frente a una guardería en China
Siete muertos y 66 heridos al estallar un bombona de gas
La ciudad china de Xuzhou vivió ayer una jornada luctuosa. Siete personas resultaron muertas y 66 heridas, nueve de ellas de gravedad, a causa del estallido de una bombona de gas a las puertas de una guardería, según indicó la prensa oficial. El suceso ha vuelto a poner de relieve el incumplimiento de las normas de seguridad, a pesar del compromiso de las autoridades de mejorar los controles.
Las autoridades del condado del Feng, donde ocurrió el suceso, indicaron que la explosión se produjo un poco antes de las cinco de la tarde, hora de salida escolar, frente a la puerta de una guardería. Unos minutos que resultaron cruciales para evitar que los profesores y alumnos de esta institución resultaran afectados por la deflagración. En caso contrario, el número de víctimas hubiera sido aún mucho mayor.
La deflagración provocó, no obstante, un número elevado de víctimas debido a que a esa hora los alrededores de la guardería estaban ya repletos de padres y abuelos, muchos de ellos con niños más pequeños, que iban a recoger a los escolares. En total murieron siete personas, dos en el acto y cinco camino del hospital, según indicaron las autoridades locales, que precisaron que había 66 heridos, nueve de ellos de gravedad.
Según testigos citados por la prensa oficial, el suceso se produjo al parecer al estallar una bombona de gas, seguramente de alguno de los varios puestecillos de comida que sus propietarios instalan frente a los colegios a la hora de la salida escolar.
Eso explicaría las imágenes de caos divulgadas en las redes sociales chinas del suceso. En ellas se pueden ver numerosos adultos y menores en el suelo, algunos con la ropa quemada, junto a manchas de sangre en el asfalto. Y en otra foto se puede observar a una mujer abrazada a una niña que llora, con manchas de sangre en la cara.
Las explosiones de gas con víctimas mortales son incidentes bastante frecuentes en China, debido al incumplimiento de las normas de seguridad en la mayoría de los casos.
El Gobierno chino se ha comprometido a incrementar los controles y ha dado órdenes a las autoridades locales de que ejerzan más inspecciones sobre las instalaciones de gas. No obstante, esta vigilancia acostumbra a ser más relajada frente a los puestos callejeros en cuanto cae la tarde, lo que explicaría algunos de los accidentes.