La dirección del PP toma el control del partido en Valencia
Nombra una gestora por la crisis ante el congreso provincial
La dirección nacional del PP ha decidido tomar el control de la organización provincial en Valencia, sumida en una grave guerra fratricida. Con tal objetivo ha nombrado una gestora, que presidirá el diputado en el Congreso Rubén Moreno, para recomponer la fractura entre los dos bloques enfrentados.
Se trata, por un lado, del sector liderado por el actual presidente y diputado autonómico, y ex mano derecha de Alfonso Rus, Vicente Betoret; y por el otro, el de la candidata a sustituirlo, la diputada provincial Mari Carmen Contelles, que tiene todo el apoyo de la dirección regional que lidera Isabel Bonig.
La pugna entre ambos bandos, que ha ofrecido algunos episodios de graves ataques personales, había impedido el consenso para celebrar el congreso provincial. Durante meses, Betoret y Bonig, en sendas reuniones con el vicesecretario de organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, habían intentado defender su posición. Génova deseaba una candidatura unitaria, de integración, y no un congreso de confrontación, que era el escenario previsto.
La decisión de nombrar la gestora responde a la necesidad de frenar la bronca interna. Rubén Moreno, portavoz adjunto en el Cogreso, es hombre de máxima confianza de Martínez-Maillo, lo que traduce el deseo de Génova de tener un control directo del proceso.
La gestora perjudica directamente a Betoret, dado que ya no podrá tener el control directo para celebrar el congreso. Y beneficia a Contelles y Bonig, pues les da tiempo a ampliar unos apoyos que ya se intuyen mayoritarios.
Esta es la segunda gestora que se activa en el PP valenciano tras la nombrada en la ciudad de València con el estallido del caso Taula y la imputación de casi todos los concejales populares.
La pugna por el control del PP provincial es una lucha de poder no sólo por dominar esta estructura, sino también por tutelar los congresos locales. Principalmente el de València, plaza clave para un partido que ansía recuperar un Ayuntamiento ahora en manos de la izquierda y con alcalde de Compromís.
Pero en Valencia no acaban los problemas territoriales del Partido Popular, evidenciando que el discurso de tranquilidad y solidez que venden desde la calle Génova 13 tiene sus grietas. En Girona, por ejemplo, el congreso provincial, en el que el delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, aspiraba a repetir como presidente, la falta de consenso ha llevado a la dirección del PPC a suspender el cónclave sine die.
Más conflictivos si cabe son los congreso provinciales de A Coruña, Granada y Jaén, ya que van a acabar en los tribunales por la denuncia de irregularidades de una parte de la militancia. Los dirigentes críticos, antes de recurrir a la justicia, pidieron amparo a la comisión de derechos y garantías del PP. Este órgano interno optó, sin embargo, por inhibirse.