“Mi regreso tiene algo de milagroso”

Suzanne Ciani, que actúa hoy en SonarDôme

Suzanne Ciani fue un icono indiscutible de la música new age, con inolvidables álbumes como Velocity of love y, sobre todo, Pianissimo. Pero sobre todo fue una de la pioneras del empleo de sintetizadores en los añossetenta, y una de las portaestandartes del sintetizador Buchla, principal competidor del Moog. Tras un prolongado periodo de alejamiento de la escena electrónica, desde hace un par de años ha vuelto a ella con excelente acogida. Hoy actúa en el festival (SonarDôme, 18 h) donde mostrará el porqué de este comeback.

Hace mucho tiempo de su última actuación en Barcelona, ¿no? Antes que nada, espero que haga sol, que es así como la recuerdo. Se lo pregunto porque yo vivo en un pequeño pueblo en la costa de California, bien al norte y allí suele haber mucha niebla, y en esos momentos echo de menos tanto el sol.

La última vez que vino...

...hace mucho tiempo. En, por así decirlo, mi vida previa musical tocaba como solista de piano, con grupo. En el Palau de la Música estuve en diversas ocasiones, una sala impresionante… y le estoy hablando de hace quizás unos veinticinco años… ahora soy mayor, tengo setenta y un años.

¿Cómo ha sido este regreso a la música electrónica?

Empezó gradualmente. En primer lugar fue debido a que Don Buchla, que es quien inventó el instrumento que toco, me animó en un momento dado hace cinco años a que me comprara un nuevo sintetizador Buchla y de esa manera me decidía a volver a la esa escena musical. “Voy a vender mi compañía y si quieres comprar otro sintetizador de los que hago, este es el momento para hacerlo”, me dijo un día. Acepté pensando que igual lo volvía tocar. Y compré uno nuevo, pequeño, sin teclado, como todos los que fabricó. Lo otro que pasó para este regreso se hiciese realidad es que un pequeño sello discográfico inglés, Finders Keepers, iba a publicar un álbum con material inédito y me preguntaron si tenía composiciones de aquella época que nunca hubiese grabado. Busqué y encontré un par de cintas. Y un poco en esa época creo que comenzó una especie de renacimiento de la música electrónica. Y me he dado cuenta de que tengo muchos fans, incluyendo España, que aún tienen muy presente mi música.

Ha sido como un camino de ida y vuelta.

Muy sorprendente y a veces pienso que se trata de un pequeño milagro. Empecé en el mundo de los sintetizadores, lo que fue una experiencia agridulce, sobre todo cuando consideraban en todos los aspectos un bicho raro; por una serie de razones me metí en el mundo de la pianística y de la música acústica, que me dio mucho reconocimiento. Y ahora vuelvo. Viene gente de mi época y jóvenes que gustan de la electrónica. Y te das cuenta de que aquella electrónica que hacía hace tantos años pues caló lo suyo.