La UE castiga a Google
La causa de la sanción, la manipulación de resultados de las búsquedas
El buscador de internet por excelencia está a punto de ser sancionado por las instituciones europeas con más de 1.000 millones de euros por manipular interesadamente los resultados de las búsquedas.
Google puede recibir durante las próximas semanas una multa de más de 1.000 millones de euros por parte de las autoridades antimonopolio de la Unión Europea (UE), en la que sería la primera sanción del total de tres que al parecer la UE tiene pensado ejecutar contra el gigante tecnológico, según informaba ayer Financial Times.
De confirmarse, también sería la primera sanción que recibiría Google por parte de un organismo regulador importante, en contra de algunas de sus prácticas. La cuantía de la multa se acercaría a la de 1.060 millones de euros que recibió, en el 2009, el fabricante de procesadores Intel, pero aún lejos de la de 13.000 millones de euros que se impuso a Apple en agosto del 2016.
En este caso, la razón por la que la comisaria de la Competencia, Margrethe Vestager, puede multar a la compañía reside en que Google al parecer ha abusado de su posición dominante para manipular los resultados de su motor de búsqueda para favorecer a su servicio de compras en línea, Google Shopping, que ofrece comparaciones de precios de productos.
Este castigo, sin precedentes, para Google llegaría después de una investigación a lo largo de siete años que Vestager heredó de su predecesor, el español Joaquín Almunia –que buscó llegar a un acuerdo con la empresa hasta en tres ocasiones–, y de que los rivales tecnológicos de Google en Europa y políticos de alto nivel en París y Berlín hayan jaleado a la comisaria de la Competencia para que actuara con mano dura contra el líder de los buscadores de internet. En este sentido, en julio del año pasado, la Comisión ya se ratificó en su convicción de que Google había “abusado de su posición dominante al favorecer sistemáticamente su servicio de comparación de compras en sus páginas de resultados de búsqueda”.
Por su parte Google, mediante su principal asesor legal, Kent Walker, en noviembre del 2016, dijo que el caso de la Comisión contra Google “carece de pruebas” y aseguró que esta “se equivoca en lo referente a los hechos, el derecho y la economía”.
Si finalmente es sancionada, la empresa tendrá un plazo determinado para proponer una solución –Microsoft tuvo 90 días en un caso similar– y, si no logra llegar a un acuerdo con la Comisión, podría ser multada con hasta un 5% de la media diaria de sus ingresos por cada día de retraso. En el 2006, Microsoft recibió una multa de 280 millones de euros por el retraso en la búsqueda de una solución apropiada a las preocupaciones de la UE con sus servidores y su reproductor multimedia.
También es más que probable que Google, finalmente, apele una posible sanción de la Comisión ante los tribunales europeos, con lo que la resolución final del caso se podría demorar aún durante años.
Google es propiedad de Alphabet, que en marzo de este año tenía más de 80.000 millones de euros en sus arcas, con lo que no tendrá ningún problema para hacer frente a la sanción económica de la UE, pero sí puede tener repercusiones en el modo en el que Google puede operar en Europa y poner en marcha sus servicios más allá de las búsquedas de carácter general, el motivo más importante por el que gran parte de los internautas lo usan.