Amazon paga 12.300 millones por Whole Foods
Bezos apuesta por los súpers, terreno difícil para el online
Amazon se hace terrenal. El gigante del comercio virtual comunicó ayer que pagará 13.700 millones de dólares (12.300 millones de euros) para hacerse con la cadena norteamericana de supermercados Whole Foods, especializada en productos frescos.
Si Amazon es la plataforma de las rebajas, desde la que se atribuyen daños generalizados a los establecimientos físicos, a Whole Foods se la acusa de encarecer en exceso sus precios a partir de su supuesta calidad. Lo orgánico tiene un coste que no se pueden permitir todos los consumidores.
En Estados Unidos se ha abierto un debate a partir de una pregunta que The New York Times lanzó a Jeff Bezos, fundador de este imperio en el ciberespacio. Forbes atribuye a Bezos una fortuna de más de 80.000 millones, por lo que puede ser, si no lo es ya, el hombre más rico del planeta y desbordar a su vecino en Seattle, Bill Gates (Microsoft).
El Times le planteó al magnate qué iniciativas filantrópicas tiene pensadas para su inmenso patrimonio. Bezos respondió con un tuit en el que requería ideas al público en general. En su texto aclaró que si en los negocios siempre ha mirado el largo recorrido, en la ayuda a los demás le atraen acciones de efecto inmediato. Tal vez su fórmula, apuntada con la compra de The Washington Post, donde no sólo ha salvado puestos de trabajo, sino que ha contratado a más periodistas, se refuerza con la adquisición de Whole Foods.
La cadena, con 450 tiendas en EE.UU., había anunciado un plan de recorte de costes por la caída de ventas. “Millones de personas aman Whole Foods porque ofrece los mejores alimentos naturales y orgánicos”, afirmó la compradora en su nota. La puja de Amazon, la mayor que ha realizado en su trayectoria, se cerrará en la segunda mitad de este año y frustra a otros competidores, como Wal-Mart.
John Mackey continuará como director ejecutivo de los supermercados, que también seguirán operando bajo ese nombre.
Los expertos no observan, sin embargo, un movimiento tan filantrópico, que se concreta en el pago de 42 dólares por acción de la cadena (que se disparó en bolsa). El giro de la política de Amazon consiste en abrir espacios físicos con productos que le funcionan bien online (libros). Pero durante años ha luchado por competir en la distribución de comestibles, un mercado multimillonario en el que, a diferencia de la ropa, resulta difícil acceder a distancia porque a la gente aún le gusta tocar y ver el producto fresco.
A diferencia de su plataforma de rebajas, Amazon entra en los comestibles con una cadena cara