La nueva generación de piratas del Caribe
BRENTON THWAITES Y KAYA SCODELARIO, EN BUSCA DE LA ESENCIA PERDIDA. LOS DOS ACTORES REAVIVAN EL ALMA AGONIZANTE DE ‘PIRATAS DEL CARIBE’ Y LE INTENTAN DEVOLVER EL CARÁCTER PROPIO DE LOS INICIOS DE LA SERIE CINEMATOGRÁFICA
Los dos jóvenes actores han devuelto el ritmo y la magia que había perdido la franquicia
Parecía que una de las series más taquilleras de la historia del cine había perdido el rumbo. No por sus recaudaciones, sino por el descenso en la calidad de producción. La que hasta hace unas semanas era la última entrega de la franquicia, la cuarta aventura cinematográfica de los piratas, supuso una clara bifurcación en el camino tomado por sus predecesoras. Piratas del caribe: en mareas misteriosas, se alejaba totalmente de lo visto en las anteriores películas, en parte por la inmersión de un nuevo director y el cambio de los actores que habían alzado un proyecto majestuoso. A pesar de su increíble ingreso económico, situándose en la lista de las diez películas más taquilleras de la historia, esta cuarta parte evidenció la necesidad de un parón reflexivo. Seis años han hecho falta para que los pensadores de la serie se aventuraran con otra nueva entrega, La venganza de Salazar. Buscaron un horizonte ya explorado en el pasado, un vínculo directo con las primeras tres películas, y la dotaron de los elementos que la hicieron grande.
Aquí toman importancia los papeles de Brenton Thwaites y Kaya Scodelario. Él interpreta al infatigable y persistente hijo de Will Turner (Orlando Bloom) y Elizabeth Swan (Keira Knightley), antiguos protagonistas de la mayor parte de la serie. Ella da vida a una joven astrónoma en busca de respuestas sobre su propia vida. Diversas circunstancias harán que ambos, junto a la ayuda de Jack Sparrow (Johnny Depp), aúnan fuerzas para hallar el artilugio que pondría fin a todos sus rompecabezas. Es ahí donde resurge la emoción que siempre tuvo esta franquicia, una búsqueda con pretextos emotivos y cruciales.
Pero, ¿quiénes se esconden tras estos nuevos corsarios? Scodelario es británica, de padre inglés y madre brasileña, motivo por el cual habla portugués fluidamente. A sus 25 años (1992), ha participado en producciones de renombre como Furia de titanes (2010) o
El corredor del laberinto (2013), donde continúa con su papel coprotagonista. Pero su explosión y llegada a Hollywood fue propiciada gracias a su gran interpretación en la serie británica Skins (2007-2013). La actriz acudió al casting sin experiencia previa, jamás se había situado ante las cámaras, pero obtuvo el papel. Con sólo catorce años se convertía en la protagonista de uno de los dramas más exitosos de Gran Bretaña. Tras varias interpretaciones en filmes independientes como
Moon (2009), ciencia ficción sobre un astronauta que vive aislado en la Luna, le llegó su oportunidad en las grandes superproducciones ya comentadas. El corredor
del laberinto la situó en el punto de mira de todos. Una breve, pero acertada trayectoria que le ha valido para convertirse en una de las nuevas caras de la actualidad y futuro de Piratas del Caribe.
Por su parte, Thwaites es un actor australiano nacido en 1989. Su participación en algunos episodios de la exitosa e inmortal serie australiana Home and away (1988 hasta la actualidad) le ofreció la oportunidad de dar el salto a Estados Unidos. Consiguió protagonizar el remake de El lago azul (2012). Así asomó la cabeza en el complicado mundo cinematográfico americano. Dos años más tarde obtuvo un papel en su primera gran producción. Maléfica (2014) le reportó su interpretación más mediática hasta la fecha, dando vida al príncipe de la fábula. Pero el gran público le conocerá por protagonizar Dioses de Egipto (2016) que, pese a su gran inversión, resultó un fracaso, tanto en la recepción por parte del espectador como de la crítica. Pero este tropiezo no supuso un paso atrás para Brenton Thwaites, sino todo lo contrario. Se ha convertido en el protagonista y, con total seguridad, nuevo héroe de la serie de saqueadores marinos.
Porque estos dos, junto a diversos cambios en la producción, han devuelto el ritmo y magia que había perdido la franquicia. Los conflictos familiares, la emotividad, la agitación y el amor, unidos a la más pura aventura, vuelven a constituir los principios básicos de la película. Algo que jamás debió perderse. Los nuevos actores sostienen el timón y redirigen el rumbo. Hacia un horizonte claro.