Avistadas casi 300 ballenas entre febrero y mayo en la costa catalana
La hipótesis de un grupo de investigadores es que los cetáceos se acercan al litoral para alimentarse en aguas poco profundas
Los pescadores de arrastre de las cofradías catalanas se han acostumbrado ya a su presencia mientras faenan en los caladeros. Son observadores de lujo del rorcual común, la ballena de mayor tamaño que transita regularmente por el mar Mediterráneo, y que en primavera se alimenta en aguas del litoral catalán. Es la principal conclusión a la que han llegado un grupo de investigadores de la asociación sin ánimo de lucro Edmaktub, que desde el año 2011 realiza un seguimiento de estos cetáceos protegidos y en peligro de extinción que pueden llegar a alcanzar los 24 metros de longitud. Su estudio confirma la hipótesis de que las ballenas que cada primavera visitan la costa catalana lo hacen por razonas alimentarias y cubren esa necesidad en aguas poco profundas, un hecho poco conocido hasta ahora por la comunidad científica.
Entre los meses de febrero y mayo de este año, los investigadores, con ayuda de siete cofradías de pescadores y navegantes particulares, han contabilizado unos 280 animales en una amplia área comprendida entre Palafrugell (Baix Empordà) y Cambrils (Baix Camp), a una distancia de hasta 15 millas de la costa. Datos que según el investigador y presidente de Edmaktub, Eduard Degollada, demuestran que “existe una presencia inusual de esta especie en primavera”. Vienen en busca de krill, un tipo de plancton formado por pequeños crustáceos, presente en mares fríos como el Ártico pero también en el Mediterráneo.
La costa del Garraf es la zona donde los investigadores han avistado más ejemplares, aproximadamente la mitad del total. Degollada explica que esta área, comprendida entre Castelldefels y Cunit, reúne una serie de condiciones que favorecen la presencia de los cetáceos, que son un indicador de la buena salud medioambiental del mar. El científico destaca la situación de los cañones submarinos –zonas ricas en nutrientes y lugar de alimentación, refugio y hábitat de muchas especies– que están cercanos a la costa; así como la proximidad de la desembocadura de ríos como el Llobregat, que aportan nutrientes a esos cañones y un clima benévolo sin fuertes vientos como sí ocurre en los extremos de Catalunya.
Desde que arrancó el proyecto se han catalogado con fotos y vídeos un total de 110 ejemplares distintos, una labor que la asociación Edmaktub realiza con la ayuda de drones. Algunos individuos han sido vistos en años distintos.
Las colisiones con grandes embarcaciones son la principal amenaza de la esta especie. Durante esta campaña al menos dos ballenas han llegado sin vida a la costa, probablemente a consecuencia de choques con grandes embarcaciones. Uno de los cetáceos fue arrastrado por un carguero desde Vigo hasta la costa de Cartagena y el otro fue hallado a finales de abril por un pescador de arrastre de la cofradía de Blanes a unas tres millas del caladero donde pescaba cigalas y gambas y a unas veinte millas de la costa. “Estaba muy hinchada, lo que indicaba su estado de descomposición”, explica David León, que desde hace treinta
Los expertos aseguran que la presencia de esta especie es un indicador de la buena salud ambiental del mar
años se dedica a la actividad pesquera por tradición familiar.
Los científicos estiman que la cifra de muertes por impactos con grandes embarcaciones es más alta porque las ballenas tienden a hundirse cuando mueren.