Una bomba en un centro comercial de Bogotá mata a tres mujeres
Santos y las FARC hablan de ataque al proceso de paz; todo apunta al narco
Colombia celebró ayer un día del Padre luctuoso. En la víspera, una potente bomba había explotado en un centro comercial de Bogotá repleto de gente que compraba regalos o empezaba a reunirse en familia para una fiesta que ayer tuvo lugar en la mayoría de países de América. Murieron tres mujeres, de entre 23 y 31 años. Hubo ocho heridos, de los cuales, sólo un hombre. El artefacto fue colocado en un baño femenino.
El atentado no había sido ayer reivindicado, pero se sabe quién no lo ha cometido. Hasta hace poco, todas las miradas hubieran apuntado a las guerrillas de las FARC o al ELN, pero la primera firmó el año pasado la paz con el Gobierno y está en proceso de disolución y entrega de armas, mientras que la segunda ya negocia una salida. Además, ambas organizaciones negaron su participación y repudiaron el ataque. Todo apunta al narcotráfico.
La llamada Zona Rosa de Bogotá, donde está el centro comercial Andino, es uno de los barrios más concurridos, turísticos y seguros de Bogotá. La bomba, que estalló a las cinco de la tarde del sábado (al filo de la medianoche en España), se puso con la intención de causar mucho daño porque estaba compuesta de amonal y ubicada detrás de un inodoro del baño de mujeres del segundo piso.
Una de las fallecidas es una francesa de 23 años que hacía voluntariado social en un barrio popular de la capital colombiana. Entre las heridas figura su madre, también francesa, lo que motivó el especial repudio del presidente Emmanuel Macron, a quien precisamente Juan Manuel Santos tiene previsto visitar esta semana.
“Es un acto vil, cruel, cobarde”, declaró el presidente Santos, que visitó el centro comercial y pidió a los colombianos que “celebren normalmente el día del Padre en sus familias, los terroristas no van a cambiar nuestro proceder”.
Anunció la suspensión de su visita de Estado a Portugal, que debía iniciar mañana, aunque debido al gran incendio forestal de ese país. En este sentido, sí confirmó su viaje a Francia. El mandatario presidió ayer un consejo de seguridad, tras el cual adelantó que la policía tiene “tres hipótesis concretas”, que no quiso precisar “para no dañar la investigación”.
Fuentes periodísticas apuntan al narcotráfico o a paramilitares a su servicio. El llamado clan del Golfo está aprovechando la retirada de las FARC para hacerse con zonas cocaleras que hasta ahora controlaba la guerrilla. Otra hipótesis señala al enigmático Movimiento Revolucionario Popular, nuevo grupo terrorista supuestamente de izquierdas que ya había actuado en Bogotá.
Sin embargo, tanto la reacción de Santos como la de los líderes guerrilleros hacen pensar que el objetivo de los terroristas es bombardear los acuerdos de paz por algún objetivo oculto. “Los que quieren aguar la fiesta de paz no lo conseguirán”, tuiteó Santos, mientras que Timochenko, comandante en jefe de las FARC, se manifestó en términos similares: “Dicho acto sólo puede venir de quienes quieren cerrar los caminos de la paz y reconciliación”.
El clan del Golfo está aprovechando la retirada de la guerrilla para hacerse con zonas cocaleras