La cúpula de Aznar desfila ante el tribunal del caso Gürtel
Mayor Oreja, Acebes, Arenas y Rato niegan la caja B
No, nunca, jamás, nada. Con cuatro palabras –estas mismas– podrían resumirse las declaraciones que ayer prestaron en la Audiencia Nacional otros tantos exministros de los gobiernos de José María Aznar con respecto a la red de corrupción Gürtel y los supuestos sobresueldos y contratos amañados para compensar las aportaciones de empresarios al PP. Javier Arenas, Ángel Acebes, Jaime Mayor Oreja y Rodrigo Rato dieron explicaciones sucintas sobre lo poco que dijeron saber sobre la financiación del partido y optaron por el silencio y el no me consta cuando las preguntas fueron especialmente concretas o detalladas.
En teoría, podría decirse que su comparecencia como testigos en el juicio sobre la primera etapa de la red Gürtel fue escasamente útil para el proceso. Pero, con toda probabilidad, la defensa del extesorero del PP, Luis Bárcenas no estaría de acuerdo con este balance. Y es que las manifestaciones de los comparecientes sí pueden beneficiar a Bárcenas, no ya porque no profundicen en las supuestas prácticas irregulares del extesorero, sino porque de sus declaraciones se desprende que él no era, en realidad, quien manejaba los hilos económicos del PP, sino Álvaro Lapuerta, su antecesor, que era realmente el encargado de adoptar y ejecutar las decisiones más importantes.
La reiteración de estas manifestaciones beneficia obviamente a Bárcenas. De hecho, los exministros que ayer declararon lo hicieron precisamente a propuesta de la defensa del extesorero popular. A su vez, Lapuerta –que cuenta ahora con 89 años– muy difícilmente podrá dar ya su versión sobre lo ocurrido. En septiembre pasado, la Sala Penal decidió dejarle al margen del proceso a la vista de los informes médicos presentados por su defensa y los elaborados por los forenses de la propia Audiencia Nacional. En todos ellos figuraban diagnósticos en los que se apreciaba en el examinado un cuadro de demencia sobrevenida.
Las manifestaciones de Arenas, Acebes, Mayor Oreja y Rato –cuatro nombres que en su día figuraron en las quinielas para la sucesión de Aznar junto al de Rajoy, quien también declarará como testigo el próximo 26 de julio– tuvieron en común el desconocimiento y la negativa. Desconocimiento de las prácticas concretas llevadas a cabo en la organización de las campañas electorales y su financiación. Todos ellos eran cargos políticos de primer nivel, con altas responsabilidades en el gobierno. Habían ocupado puestos en el partido, pero lo suyo era la estrategia, no la contabilidad.
Arenas explicó que para las campañas ya había comités específicos. Y en cuanto a la financiación del partido, dijo que Lapuerta le comentó que había tres vías, a saber: las ayudas públicas, las aportaciones de los militantes y las donaciones. En el bien entendido de que estas últimas “nunca” estuvieron condicionadas a la obtención de contratos por parte de las administraciones, porque “nadie en el partido” tenía capacidad para dar una instrucción de esta naturaleza.
Los cuatro exministros coincidieron, por otra parte, en negar rotundamente conocimiento alguno de la supuesta contabilidad paralela del Partido Popular, reflejada en los papeles de Bárcenas. Mayor Oreja, por otro lado, manifestó “desconocer” por qué razón en dichos papeles aparece una mención a nombre de “Jaime (Basta ya)” por valor de 3.000 euros.
Los cuatro exministros negaron asimismo de forma categórica que desde sus respectivos ministerios se hubiera realizado gestión alguna para favorecer con contratos a empresas concretas porque hubieran colaborado o aportado fondos a la financiación del PP. Negaron también que desde las estructuras eco- nómicas de la organización se les hubiera pedido beneficiar a las empresas de Francisco Correa, el cabecilla de la red Gürtel, cuyas sociedades trabajaron en varias campañas de los populares. Y a Arenas se le dirigieron diversas preguntas sobre el dinero que Bárcenas tenía en Suiza. El testigo subrayó al respecto que esos fondos no eran del PP. “No entra en mi cabeza –afirmó– que el PP tuviera dinero en Suiza”. Arenas también manifestó que Lapuerta “me dijo una y cien veces que no recibía donativos dando algo a cambio”. Una y cien veces. Ese fue también el carácter de las declaraciones de ayer. La negativa sobre las supuestas irregularidades, repetida una y cien veces, o la alegación del desconocimiento, expuesta con la misma reiteración.
LA CITACIÓN Los exmiembros del gabinete son testigos a petición de la defensa del extesorero del PP LA DECLARACIÓN Los exministros dicen que las decisiones clave las tomaba Lapuerta, no Bárcenas