El PSOE y Catalunya
Sánchez llamará hoy a Iglesias y Rivera para invitarlos a su “mesa por el cambio”
El PSOE quiere crear una comisión en el Congreso para debatir sobre Catalunya.
“Nuestra prioridad es cambiar a este Gobierno”, anuncia el líder del PSOE al tender la mano a Podemos y Cs
El líder del PSOE, Pedro Sánchez, está decidido a explorar respaldos entre el resto de las fuerzas parlamentarias para poder abrir una comisión en el Congreso sobre la cuestión catalana. Antes, en todo caso, del próximo 1 de octubre, la fecha anunciada por el presidente de la Generalitat para celebrar un referéndum en Catalunya. Y ayer mismo, después de la cita que Sánchez protagonizó con el grupo parlamentario socialista, ya con la nueva dirección capitaneada por la portavoz Margarita Robles, se abrió un debate interno que plasmó la apuesta común por “impulsar el diálogo” sobre Catalunya. “Todo el mundo está de acuerdo en que hay que abordar la cuestión desde el diálogo en el Congreso”, explicaron a La Vanguardia fuentes de la dirección del grupo parlamentario.
En la reunión del grupo, una vez que Sánchez se fue tras su intervención inicial, el diputado vasco Odón Elorza colocó la cuestión sobre la mesa. El exalcalde de San Sebastián piensa que ya se ha perdido mucho tiempo y que no es lógico que no se haya debatido aún en profundidad sobre la cuestión catalana en la sede de la soberanía nacional. Por eso, urgió a impulsar la comisión sobre Catalunya. Otros diputados, como Patxi López, también tomaron la palabra. Y todos, según fuentes socialistas, coincidieron en defender una reforma federal de la Constitución. En nombre de la nueva dirección del grupo socialista respondió la catalana Meritxell Batet, que admitió que abrir un diálogo sobre Catalunya en el Congreso es precisamente el objetivo de Sánchez. Ahora bien, hay cuestiones de forma y plazos que los socialistas quieren estudiar con detenimiento. Así, Batet reflexionó sobre la conveniencia de intentar impulsar ya mismo esta comisión o subcomisión parlamentaria o dejarlo para el nuevo período de sesiones, ya en septiembre y justo antes, por tanto, de la fecha límite del 1 de octubre. También quieren analizar las fórmulas parlamentarias más favorables para afrontarlo, si mediante una comisión que aborde en exclusiva la cuestión catalana o, de manera más amplia, en una comisión sobre la reforma de la Constitución. E, igualmente, quieren analizar los respaldos con los que podrían contar para abrir dicho foro. Algunos diputados socialistas consideraron imprescindible contar con el asentimiento del PP para constituir dicha comisión. Otros dudan sobre cuál será la posición de Ciudadanos al respecto. El grupo socialista quiere medir muy bien todos estos factores para que su iniciativa pueda abrirse paso, e incluso culminar con éxito, y no fracase antes de nacer.
Pedro Sánchez tomó previamente la palabra para fijar el nuevo rumbo e, inasequible al desaliento, volvió a invitar a Podemos y a Ciudadanos a acompañarle en su camino rumbo a la Moncloa. Con un objetivo principal: “Nuestra prioridad es cambiar a este Gobierno”. Y, por ello, volvió a “tender la mano” a las que define como “fuerzas del cambio”. A Pablo Iglesias y Albert Rivera, así, les lanzó una pregunta: “¿Cuántos metros podemos avanzar juntos? ¿Cinco, diez, quince, veinte metros? ¿Podemos llegar hasta la Moncloa juntos? No lo sé. Pero lo importante es que hagamos ese camino juntos. Que empecemos a caminar, y que el camino se hace andando”. Sánchez propuso emprender dicho camino con una oferta concreta que se debata en la “mesa por el cambio” a la que quiere sentar a Iglesias y a Rivera, juntos o por separado: una iniciativa parlamentaria que contenga diversas medidas para lo que definió como “el rescate a los jóvenes”, en el ámbito laboral y educativo. Así, Sánchez llamará hoy mismo a Iglesias y Rivera para intentar empezar a fraguar dicha alianza parlamentaria.
A los críticos de Sánchez en el PSOE, no obstante, les sorprendió que vuelva a insistir con el “gobierno del cambio” que ya fue imposible de fraguar en la anterior legislatura. “Si ya se demostró que era imposible unir a Podemos y Ciudadanos, el debate de la moción de censura a Rajoy evidenció que aún es mucho más imposible”, zanjaron.
Las nuevas direcciones de los grupos socialistas en el Congreso, el Senado y el Parlamento Europeo quedaron ayer en todo caso aprobadas por asentimiento y sin oposición interna, gracias a la “integración preventiva” –que incluye también a dirigentes afines a Susana Díaz y a Patxi López–, que acordó la víspera Sánchez con su ejecutiva en Ferraz. Sólo un diputado, el abulense Pedro José Muñoz, cuestionó que Margarita Robles asuma la portavocía del Congreso, al no estar afiliada al PSOE. El nuevo secretario de organización, José Luis Ábalos, le replicó que ya existe el precedente de Toño Alonso.