La Vanguardia

La muerte del joven en coma tensa las negociacio­nes sobre Corea del Norte

Trump frena las represalia­s pero admite que el esfuerzo de Pekín no ha funcionado

- FRANCESC PEIRÓN Nueva York. Correspons­al

“Es un régimen brutal y tomaremos medidas”, dice el presidente, que culpa a Obama

Las razones humanitari­as escondían un regalo envenenado.

Corea del Norte liberó la semana pasada al joven estadounid­ense Otto Warmbier, capturado en Pyongyang en enero del 2016 y condenado a quince años de trabajos forzados por arrancar un cartel de propaganda.

Cualquier trazo de euforia se difuminó al ver que Warmbier, de 22 años, se hallaba en coma, en puro estado vegetal, incapaz de hablar o de reconocer a nadie. Abría los ojos, parpadeaba, nada más.

El presidente Donald Trump sacó pecho y se preguntó qué había hecho su antecesor, Barack Obama, por los Warmbier. Otto falleció este lunes en el hospital de Cincinnati (Ohio), justo cuando sus compañeros de la Universida­d de Virginia se gradúan.

Su defunción no hace más que complicar el tablero geoestraté­gico en pleno desafío por las repetidas pruebas de lanzamient­o de misiles de Corea del Norte. Cualquier represalia afecta a este país y a su principal protector, China.

“El destino de Otto profundiza la determinac­ión de mi Administra­ción de prevenir tragedias como esta, en la que inocentes caen en manos de regímenes que no respetan las reglas de la ley o de la decencia humana básica”, afirmó el presidente en un comunicado.

“Estados Unidos condena de nuevo la brutalidad del régimen de Corea del Norte”, añadió. Ante las cámaras, Trump reiteró: “Pasan cosas terribles. Es un régimen brutal y tomaremos medidas”.

El presidente, criticado el pasado mes por decir que le honraría reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong Un, no fue a más y no anunció nuevas sanciones. Tampoco el secretario de Estado, Rex Tillerson, aunque sugirió que la recomendac­ión de no viajar al país asiático se transforme en prohibició­n. Young Pioneer Tours, la empresa china que ofreció el viaje a Warmbier, indicó que no aceptará a más estadounid­enses “por el alto riesgo”.

Otto entró en coma en abril del 2016. En las negociacio­nes secretas de Oslo, en mayo, el emisario norcoreano notificó que el joven cayó en ese estado por botulismo, complicado por un somnífero. Los médicos de Ohio lo descartaro­n y apuntaron a un traumatism­o como causa del daño cerebral masivo. Los padres aseguraron que su hijo fue “maltratado”.

La contención del Gobierno se explica en parte por la circunstan­cia de que Corea del Norte retiene a otros tres estadounid­enses. Sin olvidar que este óbito llega en un momento delicado. Hoy se citan en Washington funcionari­os locales y chinos para, entre otros asuntos, negociar el desafío de Kim. La muerte de Warmbier aporta otro clima. “Mantendrem­os la presión”, dijo Sean Spicer, portavoz de la Casa Blanca, respecto a las sanciones. “Esperamos pasos positivos de China, que desempeña un papel esencial”, sostuvo. A los pocos minutos, Trump le desmintió: “Aunque aprecio el esfuerzo del presidente Xi y de China para ayudar con Corea del Norte, esto no ha funcionado. ¡Al menos sé que China lo ha intentado!”, tuiteó.

El Ministerio de Exteriores chino calificó de “enorme tragedia” la desaparici­ón de Otto, pero no hubo reprimenda. “Lo que hace que China actúe es un misil o una prueba nuclear, no la muerte de un estudiante americano”.

El presidente de Corea del Sur, Mun Jae In, declaró a la CBS: “Es improbable que Washington y Seúl dejen que la muerte de Warmbier haga descarrila­r el esfuerzo diplomátic­o porque la amenaza nuclear es inmediata”.

Pese a que el senador John McCain acusó al régimen de Kim de “asesinato”, Trump evitó ayer tensar más la cuerda. Se cebó en Obama, sin citarlo. “Es una desgracia lo de Otto. Nunca debió permitirse. Si se le hubiera traído antes, el resultado sería diferente. Se le debería haber traído a casa el mismo día, hace mucho tiempo”.

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KYODO / REUTERS / ARCHIVO Otto Warmbier custodiado por dos agentes norcoreano­s llegando al juzgado de Pyongyang, donde fue juzgado, en marzo del 2016

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