Un tesoro nazi en Argentina
La policía encuentra por casualidad una
habitación secreta repleta de objetos nazis en Buenos Aires El hallazgo se hizo en la casa de un coleccionista, cerca de donde vivieron Eichmann y Mengele
Berlín y Buenos Aires están a 12.000 kilómetros de distancia pero en la capital argentina ha sido hallado, por casualidad, un fabuloso tesoro de objetos nazis; el mayor encontrado nunca en una región que se convirtió en refugio de altos mandos alemanes tras la Segunda Guerra Mundial. Se trata de 75 piezas que estaban ocultas en una habitación secreta de la casa de un coleccionista argentino, situada en la localidad de Béccar, a las afueras de la ciudad porteña.
Entre los objetos, casi todos con la esvástica inscrita, destacan varias esculturas y figuras como una gran águila nazi o un busto de Adolf Hitler; un reloj de arena, una Cruz de Hierro –condecoración militar–, grabados, pistolas, vasijas, unos binoculares, un puñal; seis harmónicas dentro de una caja como regalo infantil para adoctrinar a los niños, o un curioso medidor de diámetro de cabezas cuya finalidad era supuestamente identificar a los alemanes de pura raza aria.
No obstante, la pieza de mayor valor histórico podría ser una lupa que habría pertenecido a Hitler. Junto a ella fue encontrado el negativo de una foto donde se puede ver al dictador con una lupa similar, que la policía no quiso difundir para preservar la investigación, pero sí fue mostrada a los periodistas de Associated Press (AP), agencia que pudo fotografiar el tesoro en las dependencias de la Delegación de Asociaciones Israelitas Judías (DAIA) en Buenos Aires.
“Hemos recurrido a los historiadores y nos han dicho que se trata de la lupa original” del Führer, declaró el director de la Policía Federal, Néstor Roncaglia, que explicó que han acudido a expertos internacionales para profundizar en la investigación. “No existen precedentes de un hallazgo similar: las piezas son robadas o imitaciones, pero esto es original”, agregó Roncaglia.
“Nuestras primeras investigaciones indican que se trata de piezas originales”, insistió la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, confirmando que algunos objetos iban acompañados de fotografías para demostrar su autenticidad, como en el caso de la lupa, con el objetivo final de comercializarlos. “Estamos conmovidos, es muy impresionante este hallazgo”, añadió Bullrich, que el lunes, junto a directivos de la DAIA, hizo pública la localización de esta colección al anunciar que será donada a esta entidad para que pueda exponerla en el Museo del Holocausto de la capital porteña.
El tesoro nazi fue encontrado por casualidad hace apenas una semana. La policía llegó con una orden de registro a la casa de un coleccionista de arte y objetos históricos en busca de más antigüedades chinas, japonesas y egipcias como las que ya se habían hallado en una galería porteña, en el marco de una investigación de la Interpol por tráfico internacional. En la biblioteca de la casa los agentes sospecharon de una librería y, al moverla, localizaron una puerta secreta a la habitación donde estaban los objetos nazis. El coleccionista, cuya identidad no fue revelada y que al parecer conservaba las piezas para venderlas, no fue detenido.
Los investigadores creen que la sorprendente colección fue trasladada a Argentina tras finalizar la Segunda Guerra Mundial por algunos de los muchos jerarcas u oficiales nazis que se refugiaron en el país, protegidos secretamente por el general Perón. Un nutrido grupo de estos alemanes se concentró en la localidad andina de Bariloche, de reminiscencias bávaras, o en la población de Villa General Belgrano, en la provincia de Córdoba.
En Bariloche, donde ya habitaba una importante comunidad germana antes de la guerra, fue localizado en 1994 Erich Priebke, miembro de las SS posteriormente extraditado a Italia y condenado como uno de los autores de la masacre de 335 civiles en las Fosas Ardeatinas de Roma.
Muy cerca de Béccar vivió otro criminal nazi, Adolf Eichmann, responsable de la “solución final”, capturado por el Mossad en 1960 y trasladado clandestinamente a Israel, donde fue condenado a muerte. Pero mucho más cerca, a sólo unas pocas manzanas, residió el médico del campo de concentración de Auschwitz, Joseph Mengele, tristemente célebre por sus experimentos con los prisioneros. La policía no descarta que algunos de los objetos hallados pertenecieran a Mengele, que huyó tras la detención de Eichmann y murió en Brasil.