Los vigilantes de la zona azul serán agentes de la autoridad
La medida municipal pretende así mejorar la protección jurídica de unos trabajadores a menudo objeto de insultos y empujones
A partir de ahora los conductores más impetuosos y maleducados se lo pensarán mucho mejor. Al menos ese el objetivo. Los vigilantes de los parquímetros de Barcelona, de la zona azul, verde y de carga y descarga, serán considerados a partir del primero de julio como agentes de la autoridad. Como los médicos y los maestros. El segundo teniente de alcalde y presidente de la empresa municipal BSM, el socialista Jaume Collboni, detalló ayer que de este modo la capital catalana se convierte en la primera ciudad de España en otorgar a estos profesionales este estatus jurídico. Al parecer los insultos son cotidianos. En ocasiones también les empujan, incluso les escupen. Cada año se registran alrededor de 120 incidentes muy desagradables. Hablamos de una plantilla de 290 personas. En el año 2016 estos empleados realizaron unas 495.000 horas de servicio, y durante ellas se produjeron 116 incidencias. Veinte derivaron en denuncias. Según un informe técnico encargado por BSM, en el año 2009 se produjeron 158 agresiones verbales y físicas; en el 2010 sumaron 104; en el 2011, 98; en el 2012, 85; en el 2013, 126 y en el 2014, 134.
A tenor de estos datos, la Síndica de Greuges ya pidió el año pasado al Ayuntamiento que se llevara a cabo esta medida. Una vez, ya hace unos pocos años, a uno de estos trabajadores le dispararon desde un balcón con una escopeta de aire comprimido. Si uno decide emprenderla
Barcelona se convierte en la primera ciudad de España en atender una reivindicación laboral histórica
contra un vigilante de parquímetros sabe bien dónde encontrarlo. “Con esta medida pretendemos reforzar la protección de estos trabajadores –abundó ayer el propio Collboni–, dar respuesta a una reivindicación laboral planteada desde hace más de treinta años, hacer cumplir uno de nuestros objetivos prioritarios desde el momento en que asumimos la presidencia de BSM”. Ello se produce mediante una modificación de la ordenanza de circulación de peatones y vehículos.
A la hora de la verdad, matizaron fuentes municipales, la dureza de las penas que se impongan a los agresores dependerá principalmente del criterio del juez, del artículo del Código Penal al que recurra para articular su decisión. Esta medida supone principalmente que, agregaron las fuentes municipales, que en caso de conflicto, ante un tribunal, será el usuario de la zona de aparcamiento quién habrá de demostrar que dice la verdad. La medida, no obstante, no contempla la revisión de los uniformes de estos profesionales. En cualquier caso, los representantes de estos trabajadores se mostraron ayer muy satisfechos con la iniciativa. Confían en que el nuevo tratamiento haga mucho más agradables sus labores cotidianas. Los vigilantes explicaron también que, contrariamente a lo que muchos piensan, hacen mucho más que poner multas, que acaban convirtiéndose en parte de los barrios donde trabajan.