Cae una violenta banda que disputaba a palos el control de los lateros
Cuánto de rentable debe de ser el negocio de la venta a un euro de latas de cerveza en las calles de Barcelona para que una banda se organizara con la intención de arrebatar, mediante apuñalamientos y amenazas, el territorio en el que otra lleva un tiempo operando. Lo cierto es que los denominados lateros venden algo más que cerveza. La lata es la excusa para acercarse al turista, al que en susurros le ofrecen “hachís, marihuana, cocaína, pastillas...”.
Los Mossos d’Esquadra desarticularon la pasada madrugada una banda organizada y violenta que hace tres meses desembarcó en Barcelona. Mediante amenazas, coacciones y dos intentos de homicidio en Badalona y Barcelona intentaron arrebatar los puntos de venta a otro grupo de compatriotas.
El negocio de las latas de cerveza en Barcelona está bajo el control absoluto de ciudadanos pakistaníes. En estas semanas de rivalidad se registraron varias peleas multitudinarias. Una de ellas, el pasado 7 de abril en el paseo Marítim, fue grabada por un transeúnte y difundida. Allí se pudo ver con claridad cómo la disputa por el espacio no se resolvía sólo con palabras. Aparecieron armas blancas, palos, y varias personas resultaron heridas de gravedad.
Se hizo cargo de la investigación la unidad central de bandas criminales de los Mossos, bajo la tutela de un juez de Badalona. Esta unidad está especializada en las organizaciones criminales y violentas, con estructura y funcionamiento de banda cerrada, con un liderazgo claro y reparto de funciones. Suyas son las investigaciones referidas a las bandas latinas, entre otras.
Los policías comprobaron que se trataba de algo más que un grupo de pakistaníes que se habían unido para conseguir su porción del pastel en la venta de latas y el tráfico de drogas en pequeña escala. Con vinculaciones internacionales con otras bandas, este nuevo grupo vio en Barcelona la posibilidad de hacer un gran negocio. Las disputas se recrudecieron en los últimos días, en los que la celebración del Sónar ha llenado las calles de visitantes.
La investigación culminó ayer con 15 personas detenidas en varios inmuebles de Ciutat Vella y la Mina. En una de las últimas fincas, donde dormían hacinadas diez personas, dos de ellas intentaron huir saltando por una ventana. La uralita sobre la que se posaron, en un tercer piso, cedió por el peso y se precipitaron al vacío. Los dos hombres están hospitalizados con múltiples contusiones. Uno sufre varias roturas, pero está estable.
Otra de las entradas se realizó en una antigua peluquería de la calle Escuder que no estaba habilitada para vivienda, y en la que se habían colocado varios colchones en el suelo para malvivir.
Ellos eran la “mano de obra” de la banda, liderada por un hombre, también pakistaní, que residía en la Mina y que se encargaba de adquirir en el barrio la droga que después vendían, completamente adulterada con sustancias de relleno, a turistas a precios dispares. Con la complicidad de los jefes de otras bandas en Italia y Francia, los cabecillas se iban cediendo y moviendo los compatriotas lateros, según la demanda y necesidad que tenían en cada momento.
El jefe de la banda tenía bajo su mando a los encargados de cuatro zonas: plaza Reial, Barceloneta, Vila Olímpica y Port Olímpic. Vigilaban a los lateros, que tenían en condiciones de esclavitud. Los Mossos han encontrado pequeñas partidas de droga y dinero en las seis viviendas registradas.
Los 15 detenidos en Barcelona y Sant Adrià querían apartar del negocio a otro grupo de vendedores pakistaníes