Las guarderías critican el decreto de madres de día
Las patronales de las guarderías exigen que el Govern retire el proyecto de decreto sobre los hogares de crianza para niños de 0 a 3 años que la semana pasada anunció la consellera de Treball, Afers Socials i Famílies, Dolors Bassa, porque el borrador está basado en un servicio asistencial y no educativo. De hecho, recriminan al Govern que sea el Departament de Benestar Social el que los regule y no el de Educació.
En un escrito a ambas consejerías, los responsables de las principales patronales del sector, la Associació de Llars d’Infants de Catalunya y la Associació Catalana de Llars d’Infants, aseguran que el proyecto de decreto “contradice el objetivo de prestar un servicio educativo de calidad a los niños al priorizar el carácter asistencial, en contra de las actuales tendencias”, y que su aplicación “comportará la precariedad del servicio de atención a la infancia”.
El borrador de decreto viene a dar un “paraguas legal” a los hogares de crianza, un servicio de cuidado de niños de 0 a 3 años en una casa particular con horarios flexibles, y que han crecido considerablemente en los últimos años, pasando de una docena en el 2012 a unos 190 el año pasado. Según Bassa, las madres de día deberían contar con algún tipo de titulación educativa, estarían obligadas a registrarse, a contar con un espacio mínimo de 70 m² y atender un máximo de cuatro niños.
Las patronales critican la falta de mayor precisión sobre la formación que deberían tener y defienden que “la prestación de un servicio regular, sistemático y continuado a menores de 3 años es competencia de Ensenyament y que este servicio se debe impartir en un hogar de infancia”. El escrito también apunta que esta propuesta no encaja con la propuesta educativa de Ara és Demà, la propuesta del Consell Escolar sobre la educación, que incluye la impartición de un primer y segundo ciclo de educación infantil para la franja de edad de 0 a 5 años.
Otro borrador de decreto cuestionado es el de los comedores escolares. UGT pidió ayer que se defina el tiempo de la comida como tiempo educativo y, por tanto, regulado por el centro y supervisado por la administración. Consideran que este servicio debe ser gratuito e universal. “Todas las actividades que se desarrollan en el centro escolar han de estar contempladas y recogidas en el proyecto educativo del centro ya que complementan la educación del alumnado”. Para el sindicato, al decreto le falta sensibilidad social porque tiene en cuenta a las familias como usuarios que deben abonar “íntegramente” el importe del servicio.