La Vanguardia

Vamos, hija, ¡vamos!

- Sergio Heredia

Hace unas semanas, jugaba un partido de pádel. Mi pareja era mi mujer. Era una simpática pachanga entre amigos. Lo que pasa es que metí la pata. Perdimos el primer set y me prendió la sangre. Empecé a correr de arriba abajo, dispuesto a llegar a todo, saltando y voleando. Levantamos el partido. Pero entonces, mi mujer me voceó: –¡Ya que estamos así, juega tú solo! Me sentí ridículo. Y estúpido. No he vuelto a jugar al pádel. Nunca lo he podido evitar. Cuando hago deporte, me dejo la piel. Cuando abandoné el atletismo de pista, me negué a seguir compitiend­o como popular. A quienes me preguntan, siempre les he respondido lo mismo: –Yo sólo compito si puedo ganar... Ahora tenemos a Julia, nuestra hija de seis años. Y poco a poco, la niña va entrando en el mundo de la competició­n deportiva. Me gusta seguir su proceso. Créame, lector, cuando le digo que la niña tiene un tobillo fabuloso: si hay algo de lo que entiendo, es de correr. En eso, Julia es un hacha: puede desplazars­e con gran facilidad, como si no se diese cuenta.

Hace unas semanas, su colegio celebraba los Juegos Olímpicos escolares. Se trata de una actividad interesant­e. Los pequeñitos se familiariz­an con el movimiento olímpico. Descubren su calendario,

Tengo mucho que aprender de Julia; sobre todo, cuando me ‘engorilo’ jugando un partidillo de pádel

sus normas. Aprenden los nombres de algunas leyendas. Analizan el significad­o de los aros olímpicos. Se pasan la antorcha y encienden el pebetero. Desfilan. Y al final, compiten entre sí.

Julia quiso enrolarse en el equipo de baloncesto. Y también disputó el maratón. Lo de maratón es una forma de hablar: apenas corrían 150 metros por el perímetro del recinto. Tuve curiosidad por averiguar en qué acababa aquello.

En el baloncesto, su equipo logró ganar el torneo. Y eso me chocaba: Julia a duras penas sabe botar la pelota.

Daba igual. Los Pica-soques habían ganado. Así que les colgaron la medalla de oro. Fui a preguntarl­e a Julia qué tal había jugado. Me respondió: –Lo que cuenta es el equipo, papi. Ahí me dio duro. Y luego disputó el atletismo. Ahí falló. Cuando le pregunté por su actuación, me respondió, sin darle ninguna importanci­a:

–No tenía muchas ganas de correr. Además, cuando adelanté a Marta (es un nombre figurado), le pedí perdón por haberlo hecho... Me gustan mucho sus Juegos Olímpicos. Y tengo mucho que aprender de Julia. Particular­mente, cuando me engorilo jugando al pádel.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain