Cristiano prefiere pagar
El ídolo blanco busca eludir el riesgo de una pena que implique prisión
Cristiano Ronaldo quiere pagar. Pero no es por un afán sobrevenido de cumplir escrupulosamente con sus deberes hacia la Hacienda pública. Se trata, obviamente, de una estrategia frente a la denuncia que ha interpuesto contra él la Fiscalía, basándose en un informe de la Agencia Tributaria en el que se concluía que cometió un fraude al fisco valorado en 14,7 millones de euros. ¿Qué conseguiría Cristiano haciendo frente a su deuda con Hacienda? Lo que obtendría a cambio del pago es cierta tranquilidad, en el sentido de disminuir el riesgo de sufrir penas de prisión que pudieran implicar de forma efectiva su ingreso en un establecimiento penitenciario para cumplirlas.
Se va abriendo camino, por tanto, la hipótesis de que Cristiano Ronaldo, tras un primer momento de reacción airada contra todo y contra todos, haya reflexionado y, bien aconsejado, esté inclinado por salir del embrollo por vías jurídicamente más seguras que el simple enojo. Lo que le están aconsejando, en definitiva, es que vaya a lo seguro y busque algún tipo de acuerdo con la Fiscalía para reconocer que tiene una deuda con Hacienda y tratar de atenuar sus posibles responsabilidades. En principio, esta opción tenía dos tipos de inconvenientes para Cristiano. Primero, que considera injusta la reclamación. Y segundo, que no arde en deseos de hacer frente a su presunta deuda con Hacienda.
De ahí que llegara a correr la voz de que el delantero portugués estaba exigiendo al Real Madrid que hiciera frente a la multa que pudiera corresponderle. Sobre la determinación de la cifra, es prematuro anticipar hipótesis. Se ha hablado de 28 millones de euros. Sus abogados no pasan de los 10,5 millones, más otros 3 millones de euros en concepto de intereses. La negociación con la Fiscalía y con la Abogacía del Estado –que en estos asuntos representa los intereses de Hacienda– resultaría probablemente dura y exigente. En todo caso, no se trata de cantidades a las que el ídolo blanco no pueda hacer frente con holgura.
A Cristiano le conviene no dormirse y tener encarrilada la cuestión antes de que el próximo día 31 de julio –fecha para la que ha sido citado– tenga que declarar ante la juez de Pozuelo de Alarcón encargada del caso, Mónica Gómez Ferrer. Un pacto con las partes acusadoras le evitaría al delantero portugués una instrucción más o menos larga. Y, sobre todo, alejaría el riesgo de ser condenado a penas de prisión que pudieran llegar a implicar su ingreso en la cárcel. El sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha) habló desde el principio de una posible condena a 7 años de prisión. Hay que tener en cuenta que la Fiscalía ha denunciado a Cristiano por cuatro supuestos delitos contra la Hacienda pública. Y tres de ellos se consideran agravados porque la cantidad defraudada supera los 600.000 euros.
En las probables conversaciones con Hacienda y la Abogacía del Estado, el objetivo de los abogados sería conseguir que, a cambio de que Cristiano aceptase su culpabilidad en el caso y pagara la deuda y la multa correspondientes, las penas que se impusieran al jugador madridista no superaran los 24 meses de prisión. Con ello ya se habría evitado el riesgo del ingreso efectivo en la cárcel, al no superarse los dos años y carecer Cristiano de antecedentes penales.
En cambio, si la Fiscalía sigue adelante con sus acusaciones y Cristiano llega a sentarse en el banquillo, las peticiones pueden ser mucho más elevadas. El fiscal podría solicitar por cada uno de los cuatro delitos fiscales de 2 a 6 años de prisión. Y queda un último capítulo. La sentencia que condenó a Messi a 21 meses de prisión abría la puerta a llevar al banquillo también a los asesores fiscales. En el caso de Cristiano, esta posibilidad ya está planteada. El representante Jorge Mendes está siendo investigado por el caso Falcao. Y esto mismo puede sentar precedente.
LAS POSIBLES PENAS Los delitos fiscales de que se acusa a Cristiano pueden suponer de 2 a 6 años de cárcel