Barcelona desmonta los tópicos y las mentiras sobre los refugiados
La llegada masiva de refugiados pone en peligro la identidad cultural de Europa. Este es uno de los principales estereotipos que circulan en la actualidad, avivado por la ola de intransigencia y extrema derecha que recorre el continente. Así opinan los representantes de más de quince capitales españolas que participaron ayer en el primer encuentro de ciudades contra los rumores. La jornada se celebró en Barcelona, promovida por el Ayuntamiento y Antirumours Global.
Esta organización internacional, que lidera el catalán Dani de Torres, lleva a cabo por encargo del Consejo de Europa un manual contra los rumores. El texto, que se enriquecerá con las propuestas elaboradas en la capital catalana, deberá presentarse en Lisboa el mes de noviembre. Rumores. Así lo llaman, pero podrían llamarlo también mentiras o insidias, como quedó claro en el encuentro. No es verdad que los badulaques pakistaníes tengan ventajas fiscales y otros beneficios inalcanzables para el resto de los comerciantes locales, como explicaron Lola López y Jaume Lanaspa. La primera es la comisionada municipal de Inmigración, Interculturalidad y Diversidad de Barcelona. El segundo es el presidente de la Red de Ciudades Interculturales. Tampoco es cierto, añadió Lanaspa, “que haya un solo ejemplo en la historia de la humanidad de un país que haya visto peligrar su integridad cultural por convertirse en una tierra de acogida”.
El primer encuentro de ciudades contra los rumores ha contado con representantes de Badalona, Sabadell, Santa Coloma de Gramenet, Tortosa y Barcelona, la anfitriona. Y también de Zaragoza, Logroño, Castellón, Jerez de la Frontera, Cartagena o Fuenlabrada, entre otras. Todos los participantes son de ámbito municipal, salvo los tinerfeños, que acudieron en representación de un proyecto insular impulsado por el Cabildo de Tenerife. Una numerosa comitiva vasca, que también había anunciado su presencia y que comparte la iniciativa, no pudo viajar y se quedó en tierra a última hora por un problema con el vuelo.
España acabará junio con menos de 600 de los más de 17.000 refugiados que pactó acoger ante la UE. Si no se pone las pilas de una vez, a este ritmo tardaría decenios en cumplir sus promesas. La llegada masiva de refugiados ni pone en peligro la identidad cultural ni es masiva, como se denunció ayer en Barcelona.