El hijo del ministro
Dirección: Víctor García León Intérpretes: Santiago Alverú, Macarena Sanz, Javier Caramiñana, Alicia Rubio Producción: España, 2017. Duración: 85 minutos. Comedia.
El cine español cumple con su deber de reflejar la caótica actualidad sociopolítica desde muy variados registros: el drama realista (Techo y comida), el thriller
(Cien años de perdón), la obra de cámara (El rey tuerto) o el estricto documental (hay un montón, de Libre te quiero, el reportaje que el veterano Basilio Martín Patino realizó sobre el 15-M, al más reciente Alcaldessa). Pero es tal vez la comedia el género que suscita mayor adhesión, en tanto que ante un panorama tan deprimente nada hay más reparador que la risa. Isaki Lacuesta propuso un artefacto valiente e inventivo, Murieron por encima de sus posibilidades, pero el gran público
prefirió y prefiere un humor más llano, de chiste de cantina de legionarios, de ahí el éxito de los Ocho apellidos, cantábricos y mediterráneos, o de Cuerpo de
élite.
En un territorio próximo a esta última modalidad se sitúa Selfie, el nuevo largometraje de Víctor García León, el autor de Más
pena que Gloria y Vete de mí .Su protagonista, que atiende por Bosco, es un joven alegre y tirando a ingenuo, que vive feliz en su paraíso de ilimitado confort: una gran casa familiar, fiestas, piscina, coches de gama alta, etcétera. No en vano es hijo de un ministro del Gobierno. Un ministro que, al principio de la película, vemos por la tele que ha sido detenido y encarcelado por corrupción. Expulsado del edén (adiós casa, familia, amigos), Bosco deberá arremangarse para sobrevivir en un mundo, el nuestro, el de la calle y los barrios populares, la gente corriente y el trabajo, para él completamente desconocido. Y caerá, inesperadamente, en un círculo que está en las antípodas del suyo: el de Podemos. Criatura desvalida e insignificante, Bosco es tan sólo el catalizador de una fauna amplia que García León retrata sin piedad, conformando una visión nada complaciente de nuestro presente. Rodada con pocos medios y voluntad de falso documental, Selfie es quizás una comedia demasiado obvia o simplista, pero ofrece una lectura jugosa y directa de cómo está hoy el patio.
JORDI BATLLE CAMINAL