Barcelona inicia su verano más turístico.
Las imprudencias y los accidentes durante la verbena provocan 271 heridos, entre ellos 38 traumatismos y amputaciones
Las playas barcelonesas vivieron en horas la verbena de Sant Joan y la afluencia de bañistas en el primer festivo de un estío dominado por el debate sobre el turismo y sus repercusiones.
Un total de 271 personas, entre ellas 124 menores de edad, acabaron la verbena de Sant Joan en el hospital o el CAP. La mayoría por quemaduras leves, aunque se registraron también 23 casos graves. Otras 36 personas ingresaron con traumatismos o amputaciones y 42 con lesiones oculares. El llamamiento a la prudencia por las altas temperaturas y el uso masivo de material pirotécnico no ha evitado que el número de incendios se haya incrementado este año, pasando de los 524 de Sant Joan del 2016 a los 589 de esta verbena. Los dos mayores, en Sitges (3,5 hectáreas) y en Bonastre (2 hectáreas), en el que los bomberos seguían trabajando ayer por la mañana.
Las imprudencias manipulando petardos y los accidentes fortuitos se saldaron con 271 personas atendidas en hospitales y ambulatorios, 23 de ellos con heridas de gravedad. Entre los casos atendidos, había 62 niños menores de 11 años y otros 62 de entre 11 y 17 años. La mayoría de los casos (207) se registraron en las comarcas de Barcelona; 20 en Tarragona; 19 en Girona, seis en las Terres de l’Ebre y tres en Lleida.
En total a lo largo de la noche, el Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) tuvo que atender a 247 personas, 125 por intoxicaciones, 52 por agresiones, 37 por accidentes de tráfico y 33 por quemaduras.
Tirar petardos en contenedores y basuras y, en numerosas ocasiones, el consiguiente incendio, provocó la mayoría de las salidas de los bomberos durante la noche. En total, 727 llamadas de las 5.206 que recibió el teléfono de emergencias 112 fueron por este motivo, seguido por las hogueras en vía pública, fuegos en solares y también en árboles.
La mayor parte de los servicios que realizaron los bomberos (1.291 en total) se registraron entre las 11 y la medianoche, momento álgido de la fiesta pirotécnica, pero el incivismo y otros incidentes derivados de las verbenas como ruidos, peleas o borracheras en espacios públicos generaron un total de 720 llamadas (un 13,8%), y los Mossos d’Esquadra detuvieron durante la noche de Sant Joan a 13 personas por incidentes vinculados a la celebración como agresiones, lesiones y robos.
Tras la masiva operación salida de Barcelona durante el viernes por la tarde, con colas de hasta 36 kilómetros en dirección a Girona y casi 20 en dirección a Tarragona, la verbena se saldó sin ningún accidente mortal. Los Mossos desplegaron 73 controles de alcoholemia y droga en las carreteras catalanas, y de los 3.232 pruebas realizados, 257 dieron positivas por alcohol, lo que causó 245 denuncias por vía administrativa y 12, los casos más graves, por vía penal. Los Mossos también realizaron 42 test de drogas, 30 de los cuales dieron positivo.
En Barcelona, unas 59.000 personas celebraron Sant Joan en las playas. La Guardia Urbana decomisó en esta zona un total de 7.615 latas que se vendían ilegalmente. De madrugada, a partir de las 6, los equipos de limpieza empezaron a trabajar y recogieron 19 toneladas de residuos. Según informó el Ayuntamiento, a partir de las 9.40 todas las playas ya estaban a punto y abiertas para los bañistas.
Protección Civil reiteró ayer que el riesgo de incendio sigue siendo estos días “muy alto” y pidió a los ciudadanos su colaboración activa para evitar conductas de riesgo como tirar petardos cerca de zonas agrícolas o forestales o lanzar cigarros desde el coche.
Los bomberos sofocaron 589 incendios, la mayoría de contenedores y mobiliario urbano