Chen Zhenggao
Los equipos de rescate cifran en al menos 120 las personas desaparecidas
MINISTRO DE VIVIENDA CHINO
El Ministerio de Vivienda y Desarrollo Rural chino, que dirige Chen, no tomó las medidas necesarias para reforzar el terreno tras el terremoto del 2008 en la región de Sichuan. Un alud de piedras ha sepultado ahora un pueblo entero.
Los desastres naturales castigaron ayer de nuevo la provincia china de Sichuan, que en mayo del 2008 vivió un histórico terremoto que se cobró 87.000 vidas. Un deslizamiento de tierra y rocas, provocado por las fuertes lluvias de los últimos días, arremetió a primera hora de la mañana contra el pueblo de Xinmo, derrumbando sus casas y sepultando a sus habitantes. Anoche los equipos de rescate intentaban aún encontrar supervivientes entre las 120 personas que calculan desaparecidas como consecuencia de la catástrofe.
El pueblo de Xinmo, situado en el condado de Mao, en una zona montañosa del norte de la provincia de Sichuan, quedó ayer prácticamente enterrado cuando un poco antes de la 6 de la mañana, hora local, se vio arrasado por 18 millones de metros cúbicos de tierra y rocas que se deslizaron desde lo alto de la montaña. La avalancha de piedras cayó desde una altura de 1.600 metros y se llevó por delante todo lo que encontró a su paso en un área de tres kilómetros cuadrados, según la agencia Xinhua.
El primer balance provisional dado a conocer anoche revelaba la magnitud de la tragedia. Las autoridades locales informaron que se habían recuperado los cuerpos sin vida de seis personas y otras 120 estaban desaparecidas. Un total de 62 casas y un hotel quedaron destruidos por la avalancha.
Por el momento, los equipos de socorro sólo habían podido rescatar con vida a una familia, con un bebé de 38 días, e intentaban sacar igualmente vivo a su otro hijo mayor.
Las tareas de rescate, sin embargo, avanzaban con lentitud, a pesar de los numerosos efectivos enviados por las autoridades, “Por ahora usamos sobre todo nuestras manos y herramientas sencillas, como las palas de cavar”, explicó Wang Yongbo, responsable local de las tareas de rescate a la cadena oficial de televisión CCTV, ante la imposibilidad de que las excavadoras pudieran llegar a la zona afectada, debido a que la carretera de acceso quedó bloqueada por la avalancha de piedras y tierra que cayó desde la montaña. Allí estaban numerosas excavadoras y unos 150 vehículos de rescate a la espera de poder acceder a la zona siniestrada, donde alrededor de 2.000 personas, entre bomberos, militares y policías, intentaban desbrozar la zona en búsqueda de supervivientes.
Las autoridades técnicas atribuyeron la catástrofe a las fuertes lluvias de los últimos días y a la inestable estructura de las montañas tras el fuerte seísmo del 2008, ya que el condado de Mao está situado junto al de Wenchuan, donde se situó el epicentro de este terremoto, que se cobró 87.000 vidas. “Tras el seísmo, el macizo ha quedado muy debilitado. En estas condiciones, una lluvia débil es capaz de provocar esta tragedia”, dijo a la CCTV Tao Jia, director de la oficina local de meteorología.
Un suceso que Wang Yongbo calificó también ante las cámaras de televisión como “la peor catástrofe que se ha producido aquí [en Sichuan] desde el seísmo de Wenchuan, hace nueve años”.
Se trata de la peor catástrofe que golpea Sichuan desde el seísmo del 2008 que se cobró 87.000 vidas