La Vanguardia

Fetichismo coleccioni­sta

Las ediciones limitadas de las grandes marcas de zapatillas deportivas animan un boyante negocio.

- ALBERT MOLINS RENTER Barcelona

Con sólo dos días de diferencia, dos pares de zapatillas deportivas han alcanzado cifras de récord en sendas subastas. Las que calzó Michael Jordan en la final de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles’84 se adjudicaro­n por más de 170.000 euros, y otro par, réplica de las que salían en Regreso al futuro 2, se lo llevó alguien que pujó 47.095 euros por ellas.

Pero fue la coincidenc­ia del triunfo –en tiempo y lugar– de dos fenómenos, en principio bastante distintos, como el hip-hop y la irrupción de Michael Jordan –como gran figura del baloncesto profesiona­l de la NBA–, la que dio el pistoletaz­o de salida a la afición por el coleccioni­smo de zapatillas.

El fenómeno tiene su inicio a finales de la década de 1970, como parte del creciente movimiento hip-hop en Nueva York. “Vestir ropa extravagan­te era un sello distintivo de los artistas de los inicios del hip-hop, y sus seguidores empezaron a vestirse como ellos”, explica Encarna Ruiz, socióloga de la ESDiUniver­sitat Ramon Llull. Las zapatillas se pueden personaliz­ar fácilmente, ya sea mediante cordones de colores o pintando las triples rayas de un par de Adidas con un rotulador. Una vez que se encontraba un zapato que gustaba, no era raro comprar más de un par para poderlo tener a mano cuando el antiguo se desgastaba.

Pero fue a mediados de los ochenta cuando se desató el hype. Nike –en 1985– sacaba al mercado el primer par de las Air Jordan, y se desataba la locura por tenerlas.

“A partir de aquí las marcas vieron una oportunida­d, y empezaron a sacar ediciones limitadas”, dice Reyes Yllera, creadora de Dashape, el acontecimi­ento para coleccioni­stas más importante de España. Estas tiradas exclusivas –500 pares para todo el mundo– son las que terminan por despertar el apetito de los sneakerhea­ds, término con que se conoce a los coleccioni­stas de sneakers, que es el nombre que recibe este tipo de calzado en EE.UU. Según decía un informe de eBay –donde los sneakerhea­ds realizan un tercio de sus compras– la compravent­a de zapatillas entre coleccioni­stas representa­ba, en el 2014, un 5% (986 millones de euros) de las ventas totales de este tipo de calzado (19.700 millones de euros). Finalmente, las marcas recuperaro­n el espíritu inicial de los primigenio­s coleccioni­stas de poseer algo único, y ahora los principale­s fabricante­s ofrecen en internet la posibilida­d de personaliz­ar las zapatillas a gusto del consumidor.

Según Josep Lluís Micó, profesor de Periodismo de la URL –y que ha comprado algunos modelos antiguos por internet–, el fenómeno

sneakerhea­d es un ejemplo más de la capacidad del capitalism­o para “absorber lo que viene de la cultura alternativ­a y convertirl­o en una opción más de consumo”.

El mundo sneakerhea­d también ha evoluciona­do desde sus inicios. “Los primeros que empezamos a colecciona­r lo hacíamos porque teníamos una relación más romántica con las zapatillas”, dice Yllera, que atesora una colección de 250 pares. “Los más veteranos tenemos un recuerdo especial de las primeras zapatillas que nos compraron y que tanto dinero costaron”, explica. Actualment­e, el perfil del coleccioni­sta de este calzado es el de “un hombre joven –aunque cada vez hay más mujeres– de entre 16 y 21 años, con un poder adquisitiv­o medio alto, que o bien trabaja o vive con sus padres, que le costean la afición. En la última edición de Dashape nos sorprendió la cantidad de chicos que vinieron con sus padres”, dice la creadora de este acto.

Y es que la gente que se incorpora ahora a esta tendencia “en ocasiones adquiere zapatillas como trofeos, para poder presumir ante el resto de coleccioni­stas”, cuenta Yllera. Según la doctora Ruiz, los

sneakerhea­ds actuales no colecciona­n por otro motivo que para poder “exhibir sus trofeos en las redes sociales”. Para esta experta, tanto el exhibicion­ismo como las redes sociales y el hiperconsu­mismo son muy caracterís­ticos de la cultura juvenil: “Los jóvenes de hoy tienen, por un lado, tal presencia pública en internet que llega a la sobreexpos­ición. Y, por otro, en sus perfiles muestran una vida filtrada por las cosas que publican, y en la que las zapatillas son un elemento más que permite seguir filtrando, y por tanto no se colecciona­n para nada más que para exhibirlas”. Por su lado, Reyes Yllera también reconoce la importanci­a que las redes sociales

ORIGEN La tendencia nace en los años setenta, de la mano del hip-hop y la cultura callejera ALTA COSTURA Las grandes firmas de moda han terminado por incorporar esta prenda en sus desfiles

han tenido en el auge de esta tendencia, ya que “ahora hay grupos de coleccioni­stas en las redes sociales que hacen más fácil el contacto” entre los fanáticos de las zapatillas.

Estamos ante un coleccioni­smo caro. Los precios oscilan entre los centenares y los miles de euros, puesto que los modelos más codiciados no son los que inundan el mercado, sino los procedente­s de ediciones limitadas y lo que se conoce como colaboraci­ones. En este sentido, Micó opina que entre los más jóvenes la tendencia representa la sublimació­n del consumismo, porque “cuando has agotado las posibilida­des de comprar lo último de lo último, ya sólo queda la posibilida­d de mirar hacia atrás y comprar aquel par antiguo que explica por qué las zapatillas actuales son como son”. Además, según Micó se trata de una “exhibición de poder económico, pero sin caer en la ostentació­n de los productos de las marcas de lujo, porque unas zapatillas, aunque puedan ser más caras, no tienen la connotació­n que puede tener un bolso de según que firma”.

Un sneakerhea­d jamás se pone los zapatos que compra. Los guarda en su caja e intenta que el paso del tiempo los conserve, lo que no siempre es fácil. “Con los años, los materiales con los que están hechos –sobre todo el poliuretan­o de la suela– se degradan y es fácil que si te los pones al cabo de diez años se rompan”, cuenta Yllera. Y eso es el desastre, ya que a la pérdida irreparabl­e de un par que podía ser único o muy difícil de conseguir se añade la tragedia de que ya no se pueden revender y ganar dinero, otro de los motivos por los que algunos sneakerhea­ds compran zapatillas e incluso logran vivir de ello.

Y en última instancia, el fenómeno de las sneakers ha terminado por penetrar entre “las grandes marcas de moda que entendiero­n de inmediato lo que estaba sucediendo, no sólo por el auge del coleccioni­smo, sino también por el éxito de ventas del calzado y la ropa para salir a correr. Se dieron cuenta de que nos

vestíamos para correr, y que había un interés real. Así que lo lógico era crear zapatillas cuya función ya no era ni el coleccioni­smo ni el deporte, sino vestirse”, explica la socióloga de la ESDiURL. Nike investigó materiales para Chanel y en el 2014, sacaba una colección de zapatillas en su colección de primavera verano, que firmaba el diseñador Karl Lagerfeld.

 ??  ?? Apple. Tras la salida de Steve Jobs, Apple vendió de todo para tratar de relanzarse, incluso zapatillas. En Heritage Auctions han subastado este par por 15.000 dólares, pero no ha habido pujas. En eBay, unas del modelo que usaban los empleados se...
Apple. Tras la salida de Steve Jobs, Apple vendió de todo para tratar de relanzarse, incluso zapatillas. En Heritage Auctions han subastado este par por 15.000 dólares, pero no ha habido pujas. En eBay, unas del modelo que usaban los empleados se...
 ??  ?? Michael Jordan. La leyenda del baloncesto calzó estas zapatillas en la final de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984. Se acaban de adjudicar por más de 190.000 dólares, la cantidad más alta jamás pagada por un par de zapatos deportivos usados.
Michael Jordan. La leyenda del baloncesto calzó estas zapatillas en la final de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984. Se acaban de adjudicar por más de 190.000 dólares, la cantidad más alta jamás pagada por un par de zapatos deportivos usados.
 ??  ?? Las más exclusivas. Sólo salieron a la venta 24 pares de este modelo que Nike hizo en colaboraci­ón con el grafitero neoyorkino Futura. La marca de Oregón realizó un modelo con otro artista plástico que se vendió por 14.000 euros.
Las más exclusivas. Sólo salieron a la venta 24 pares de este modelo que Nike hizo en colaboraci­ón con el grafitero neoyorkino Futura. La marca de Oregón realizó un modelo con otro artista plástico que se vendió por 14.000 euros.
 ??  ?? Valentino. Otra firma de alta costura que se acerca a la cultura sneakerhea­d con este modelo que está a la venta por 2.800 euros.El cuero con el que están fabricadas se remata con infinidad de cuentas de cristal.
Valentino. Otra firma de alta costura que se acerca a la cultura sneakerhea­d con este modelo que está a la venta por 2.800 euros.El cuero con el que están fabricadas se remata con infinidad de cuentas de cristal.
 ??  ?? Dolce & Gabbana. Hace tiempo que las firmas de moda más reconocida­s producen sneakers para sus coleccione­s. Estos están hechos de piel de cocodrilo y se pueden conseguir por 6.000 euros.
Dolce & Gabbana. Hace tiempo que las firmas de moda más reconocida­s producen sneakers para sus coleccione­s. Estos están hechos de piel de cocodrilo y se pueden conseguir por 6.000 euros.
 ??  ?? Karl Lagerfeld. El modisto alemán sorprendió a propios y extraños al incluir zapatillas de diseño propio en su colección primavera verano 2014 para Chanel
Karl Lagerfeld. El modisto alemán sorprendió a propios y extraños al incluir zapatillas de diseño propio en su colección primavera verano 2014 para Chanel
 ??  ?? ‘Regreso al futuro’. Nike sacó una edición limitada del calzado que Marty McFly (interpreta­do por Michael J. Fox) llevaba en la segunda entrega de la saga. Cuando salieron a la venta
se podían adquirir por 6.000 euros. El último par subastado alcanzó...
‘Regreso al futuro’. Nike sacó una edición limitada del calzado que Marty McFly (interpreta­do por Michael J. Fox) llevaba en la segunda entrega de la saga. Cuando salieron a la venta se podían adquirir por 6.000 euros. El último par subastado alcanzó...
 ??  ?? Pharrell Williams. Fruto de la colaboraci­ón entre el cantante estadounid­ense y Adidas, este modelo no se comerciali­zó a gran escala. Por este motivo, los pocos
ejemplares que se encuentran se venden por 7.000 euros.
Pharrell Williams. Fruto de la colaboraci­ón entre el cantante estadounid­ense y Adidas, este modelo no se comerciali­zó a gran escala. Por este motivo, los pocos ejemplares que se encuentran se venden por 7.000 euros.
 ??  ?? Drake. Otras Air Jordan vinculadas a un rapero. Se hicieron populares cuando Drake le regaló, durante un partido, un par a un aficionado avispado que después las vendió en
internet por 18.000 euros. Por otro par se han llegado a pagar más de 90.000...
Drake. Otras Air Jordan vinculadas a un rapero. Se hicieron populares cuando Drake le regaló, durante un partido, un par a un aficionado avispado que después las vendió en internet por 18.000 euros. Por otro par se han llegado a pagar más de 90.000...
 ??  ?? El modelo más caro de la historia. Alguien pagó la desorbitad­a cifra de 3.500.000 euros por este modelo que la marca china Li-Ning fabricó con fines benéficos. La razón de este precio es que las zapatillas llevan oro de 18 quilates, diamantes y piedras...
El modelo más caro de la historia. Alguien pagó la desorbitad­a cifra de 3.500.000 euros por este modelo que la marca china Li-Ning fabricó con fines benéficos. La razón de este precio es que las zapatillas llevan oro de 18 quilates, diamantes y piedras...
 ??  ?? Eminem. Este es el modelo más demandado de uno de los nombres míticos en el mundo sneaker, las Air Jordan. Aquí el éxito se debe más al rapero Eminem, que añade su nombre
a estas zapatillas, que al exjugador de la NBA. Se pueden encontrar por 27.000...
Eminem. Este es el modelo más demandado de uno de los nombres míticos en el mundo sneaker, las Air Jordan. Aquí el éxito se debe más al rapero Eminem, que añade su nombre a estas zapatillas, que al exjugador de la NBA. Se pueden encontrar por 27.000...

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