Carta a los queseros de Gruyère
Queridos artesanos queseros de Gruyère (cantón de Friburgo, Suiza):
Por una confusión antigua que no tiene explicación científica, en medio mundo el queso que se elabora en la región suiza de Emmental, en el cantón de Berna, se conoce popularmente como gruyère. El emmental es el queso de agujeros grandes que, por su plástica, se ha usado como referente universal en los cómics.
Un queso con agujeros no tiene por qué ser mejor que uno que no tenga, por ello no quiero entrar en cuál de los dos, el gruyère o el emmental, tiene más calidad. Esta que dirijo a ustedes no es una carta gastronómica, sino lingüística.
Porque si ahora entramos en una quesería y pedimos un queso por otro, o nos corregirán o nos llevaremos a casa el que no queríamos. En este sentido, no hay peligro de que los del distrito de Gruyère le roben la fama a los del valle del Emme. Pero con la metáfora lo tenemos más peliagudo. El lenguaje figurado ha resuelto que algo agujereado se compare justamente con el queso que no tiene agujeros. “Barcelona, ciudad gruyère”, decía un antiguo chiste de Cesc, publicado en pleno agosto, cuando las obras de mantenimiento de las calles convertían la ciudad en una pesadilla.
Si hablamos de laberintos subterráneos, de túneles, de una roca porosa, la metáfora nos lleva indefectiblemente al gruyère. Hace unos días, el corresponsal de París explicaba que bajo los adoquines de la ciudad no había la playa, sino un montón de túneles, y titulaba: “Bajo los adoquines, un gruyère”. ¿Se imaginan ustedes que hubiéramos publicado “Bajo los adoquines, un emmental”?
No, el lenguaje figurado va por otro camino. En el ojo del huracán, por ejemplo, no sucede nada; es una zona de unos cuantos kilómetros de diámetro donde hay calma. En cambio, en un sentido figurado funciona.
Así pues, señores artesanos queseros de Gruyère, ¿qué se podría hacer para que el lenguaje y el queso fueran de la mano? Sólo se me ocurre una idea: que lleguen a una colaboración amistosa con los del valle del Emme y elaboren en Gruyère un queso con agujeros. El resultado debería llevar un apelativo, como con los vinos de crianza o de reserva: Gruyère Metáfora. Y en un lugar visible y explicado con claridad, un agradecimiento infinito a los de la región de Emmental, en el valle del Emme, en el cantón de Berna, por su aportación a la iconografía universal y al lenguaje figurado.
Cordialmente.
El queso de agujeros grandes se ha utilizado como referente universal en los cómics