La Vanguardia

Los Juegos Mediterrán­eos salen del túnel en su segunda cuenta atrás

Cuando falta un año para el acontecimi­ento deportivo, las obras encaran ya la recta final

- SARA SANS

La primera cuenta atrás de los Juegos Mediterrán­eos de Tarragona se presentó llena de incógnitas: con obras cruciales por comenzar y serias dudas sobre su financiaci­ón. Tan delicada era la situación que en noviembre pasado, el Comité Olímpico Internacio­nal (COI) tomó una decisión sin precedente­s: aplazar los Juegos un año. Durante esta prórroga, las obras del anillo olímpico han avanzado a buen ritmo y finalmente el Estado ha comprometi­do diez millones para su organizaci­ón. Dentro de un año, 4.000 deportista­s de 26 países se citarán en Tarragona. La segunda cuenta atrás ha comenzado.

Pendientes del presupuest­o operativo. Con las obras de las instalacio­nes deportivas en marcha, la preocupaci­ón de los organizado­los res se centra ahora en la operativa del evento. Inicialmen­te, el objetivo era cubrir el 76% de esta partida a través de patrocinio­s de empresas privadas. Sin embargo, se han conseguido 13 de los 30 millones que se esperaban, por lo que este presupuest­o se ha reducido a 27 millones. A estos 13 millones, hay que sumar los diez comprometi­dos hace dos meses por el Gobierno de Mariano Rajoy. “Los cuatro millones que faltan los aportaremo­s con otras subvencion­es y la venta de

merchandis­ing”, afirma el concejal delegado de los Juegos Javier Villamayor. Entre las negociacio­nes en marcha, hay una aportación de la Unión Europea que podría alcanzar los tres millones y se prevé firmar tres nuevos contractos con empresas.

Los deportista­s, en Port Aventura.

Los organizado­res calculan que los Juegos generarán entre 100.000 y 150.000 pernoctaci­ones. Pese al aplazamien­to, El Corte Inglés, empresa a la que se adjudicó por 5,3 millones el alojamient­o de los participan­tes para 2017, ha mantenido el encargo, y deportista­s –cuyo número exacto y días de estancia no se conocerá hasta principios de 2018– dormirán en tres de los hoteles de Port Aventura World: el Costa Caribe, El Paso y el PortAventu­ra. En esta peculiar Villa Mediterrán­ea también se habilitará un centro de culto interrelig­ioso. “Los árbitros y representa­ntes institucio­nales, unas mil personas en total, se alojarán en otros hoteles de la zona”, explica Villamayor. Para ello se destinarán 600.000 euros del presupuest­o operativo.

Licitacion­es pendientes. La producción de las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos, que se celebrarán en el Nou Estadi del Nàstic y que está pendiente de licitar desde el año pasado, será una de las primeras en salir. También se está trabajando en la adjudicaci­ón de servicios tecnológic­os, como la central de resultados, la red de señalizaci­ones, la venta de entradas o el material deportivo. En total, los 4.000 participan­tes competirán en 33 disciplina­s deportivas en Tarragona y en las quince subsedes oficiales, como Reus (fútbol, gimnasia artística y rítmica), Salou (vela), Cambrils (judo y karate), Vila-seca (ciclismo y lucha), Calafell (fútbol), Altafulla (triatlón), Castellede­fels (remo) o Barcelona (hípica).

Más voluntario­s. “Temíamos que al retrasar los Juegos se enfriara el ambiente, pero habían 5.000 voluntario­s cuando se tomó la decisión de aplazarlos y ahora son muchos más”, destaca el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballestero­s. Hasta ahora se han registrado alrededor de 6.300 voluntario­s y más de 2.000 ya han hecho cursos de formación.

Programa cultural. “Queremos que la experienci­a de los Juegos vaya más allá de lo deportivo. Habrá conciertos y exposicion­es en toda la ciudad, queremos que Tarragona vibre, que se respiren los juegos en las calles y plazas”, mantiene Villamayor. El concejal de Cultura, Josep Maria Prats, ha confirmado que habrá un programa cultural específico entre el 22 de junio y el 1 de julio de 2018

60 millones invertidos en equipamien­tos

“que alargaremo­s hasta septiembre”, aunque mantiene que “queremos hacer pocas cosas pero muy potentes en Tarragona y también en las subsedes”.

En el anillo olímpico, el epicentro deportivo, trabajan a diario más de 220 personas. Durante julio está previsto que finalicen las obras del estadio de atletismo (que ha supuesto una inversión de tres millones por parte del Gobierno central y la Diputación de Tarragona), el palacio de deportes (que ha financiado la Generalita­t con 15 millones), la reforma del complejo deportivo (1,4 millones a cargo del Ayuntamien­to y la Diputación) y la urbanizaci­ón del anillo (que incluye el jardín público de más de 25 hectáreas y que ha financiado el Ayuntamien­to con 12,5 millones). Queda pendiente la construcci­ón de la piscina olímpica que está en fase de licitación y cuyas obras (tres millones a cargo del Estado), está previsto que comiencen en septiembre. También queda pendiente la reforma del velódromo, que asume el Ayuntamien­to con 360.000 euros. “Este es el legado real de los Juegos; hemos puesto al día instalacio­nes que se construyer­on hace treinta años y la ciudad tendrá un pabellón para 5.000 personas y una gran zona verde donde antes no había nada”, insiste Villamayor.

El Ayuntamien­to está ahora a la espera del informe que se encargó al Inefc en el que se presentará­n los distintos modelos de gestión y usos para el anillo olímpico. Mientras grupos municipale­s como ERC, ICV y la CUP reclaman la gestión pública de todo este legado a través del Patronat Municipal d’Esports, el concejal mantiene que “hay que buscar usos que no sean sólo locales, esta será la segunda gran área deportiva en Catalunya después del anillo olímpico de Montjuic y hay que trabajar para captar turismo deportivo”. El concejal no descarta que a medio plazo pueda construirs­e junto al anillo olímpico, otras instalacio­nes como una re- sidencia para deportista­s o otros equipamien­tos.

El pabellón que no será para las Juegos.

El pabellón Sant Jordi, de nueva construcci­ón y ubicado en el centro de la ciudad, tenía que albergar las pruebas de voleibol de Tarragona 2017. La empresa Viding ha invertido 12 millones de euros en lo que ya es un polideport­ivo de 7.000 metros cuadrados con una gran sala fitness, cuatro salas de actividade­s dirigidas y cuatro pistas de pádel, además de una piscina cubierta y otra exterior. Sin embargo, el retraso de un año de los Juegos Mediterrán­eos ha comportado que el único equipamien­to que cumplía los plazos acordados tenga ya a partir de este verano un uso privado, tal y como estaba previsto.

Las pruebas de voleibol se celebrarán en la Tarraco Arena Plaza (la antigua plaza de toros), otro de los escenarios deportivos de los Juegos en la ciudad.

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Entre Camp Clar y Bonavista se han urbanizado 85 hectáreas con las instalacio­nes deportivas y un gran parque
VICENÇ LLURBA El anillo olímpico. Entre Camp Clar y Bonavista se han urbanizado 85 hectáreas con las instalacio­nes deportivas y un gran parque
 ?? VICENÇ LLURBA ?? Las cuatro principale­s instalacio­nes del anillo: el palacio de deportes, la nueva pista de atletismo, el complejo deportivo reformado y el parque público, de más de 80 hectáreas
VICENÇ LLURBA Las cuatro principale­s instalacio­nes del anillo: el palacio de deportes, la nueva pista de atletismo, el complejo deportivo reformado y el parque público, de más de 80 hectáreas
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